Cullera afianza la recuperación del turismo con una ocupación del 98 % en agosto

El sector vive su mejor momento de los últimos años en un verano con cifras de récord

El mejor verano que se recuerda en años. Los datos oficiales de ocupación turística de Cullera durante agosto hecho públicos hoy por el ayuntamiento avalan la recuperación de la principal industria de la ciudad en una temporada que en diversos aspectos ha sido de récord. El mes pasado los alojamientos del municipio lograron cubrir el 98 % de sus plazas disponibles de media, una cifra que supera en prácticamente 12 puntos los datos del año anterior, ha detallado el edil de Turismo, Javier Cantos.
Ante esta tesitura, el alcalde, Jordi Mayor, ha valorado «muy positivamente» el desarrollo de la campaña durante el mes fuerte del año y ha asegurado que las cifras «afianzan la recuperación del sector, que ya empezamos a atisbar el año pasado».
De hecho, Mayor ha señalado que el empuje del turismo se ha trasladado a la creación de empleo, ya que en la localidad ha generado más contrataciones para la campaña en comparación con los últimos años. «No dejamos de reconocer que son contratos temporales, pero suponen un alivio ante el grave problema del paro», admite.
Los apartamentos turísticos y los hoteles han tirado del carro, ha especificado Cantos. En el primero de los casos, se ha conseguido una ocupación media del 93 %, llegando en muchos casos al 100 %. Los hoteles han estado al 90 % de media y no son pocos los que colgaron el cartel de completo. Al respecto, la alta demanda ha propiciado que el precio de las habitaciones estuviera hasta cuatro veces por encima de la tarifa habitual.
El resto de alojamientos (hostales, camping y apartahoteles) también han funcionado a pleno rendimiento especialmente durante los fines de semana, cuando más avalancha de visitantes ha recibido la ciudad. La demanda de alojamiento se disparó durante los días del Medusa Sunbeach Festival. Cullera colgó esos días el cartel de completo.

Récord de turistas
Precisamente, el punto álgido del mes se vivió durante el puente de agosto. La coincidencia del festivo veraniego con la celebración de la tercera edición del macroevento musical atrajo a cerca de 400.000 visitantes. Sólo el festival ha congregado a 145.000 asistentes, que se suman a los más de 200.000 turistas que de normal visitan la ciudad por estas fechas.  El impacto económico en la ciudad del Medusa se ha cifrado en 18 millones de euros.
Por su parte, los restaurantes han trabajado a buen ritmo. La gran afluencia de gente ha compensado el gasto todavía moderado de muchos turistas, según ha explicado el presidente de los hosteleros, Juan Femenía. Durante las comidas y en fines de semana, se llegaron a hacer varios turnos en muchos locales, han manifestado fuentes de la hostelería.
Femenía ha destacado por otra parte la buena aceptación que ha tenido entre los visitantes el nuevo plato Paella de Cullera. «En mi restaurante hemos hecho muchas. Es un producto que pide un perfil de turista más especial», en referencia al nivel adquisitivo. «Ha gustado mucho entre el turista nacional, pero también al francés», puntualiza.

Actividades acuáticas y culturales
Otro termómetro del comportamiento del turismo son las actividades acuáticas, este año  recentralizadas en la playa de San Antonio. Los responsables destacan que durante agosto «hemos estado a tope». «Ha habido mucha demanda, especialmente de la banana, que este año era la gran novedad», subrayan.
«Ha sido un acierto dotar a las playas de actividades de ocio acuático, lo que nos ha reportado muchas felicitaciones», declaran. También ha empezado a emerger una demanda de turismo de submarinismo y crecen los paseos en barca, que acercaban hasta las calas del Faro, más inaccesibles.
Finalmente, y a falta de los datos definitivos, en los museos municipales se han registrado más visitas que durante el verano anterior, lo que demuestra que el amplio patrimonio histórico con el que cuenta la localidad es el mejor complemento a la oferta de sol y playa del municipio, prueba de ello es la cada vez mayor demanda que generan espacios como por ejemplo el Castillo.