Josep Bican, el goleador olvidado
El gran Kubala le consideraba el mejor jugador del mundo y su maestro
Si le preguntasen quien fue el segundo, posiblemente no contestaría tampoco, pero la respuesta le tendría más en ascuas y empezaría a preguntar de donde viene, quién es y que hizo para considerarlo así. Pues ese es Josef Bican. ¿Le suena?
Goleador increíble que jugó durante las décadas de los 30 (finales) y los 40 entre Austria y Checoslovaquia y que es conocido por ser el máximo goleador de su liga durante los años 1940, 1941, 1942, 1943 y 1944. Al mismo tiempo y durante los mimos años lo fue en Europa de todas las Ligas del continente.
Josef Bican nació en Viena, en la actual República de Austria, el 25 de septiembre de 1913, en una familia humilde de origen checoslovaco. Pepe, como lo llamaban en sus círculos más íntimos, fue un delantero que dominaba todas las acciones que de él se requerían siendo su máxima fortaleza el potente ‘chut’ y una rapidez endiablada. Además estaba dotado de una técnica exquisita y utilizaba las dos piernas.
Empezó a jugar en Viena a los 17 años y pocos años después ya formaba parte del Rapid de Viena, el mejor equipo del país. Su consagración, aún con sólo un gol en el campeonato, fue en el Mundial de 1934 cuando quedó cuarto con la mejor selección austriaca de la historia.
Posteriormente marchó al Admira Wacker, durante un corto de período de tiempo, para saltar hacia el país de sus antepasados en el 1937 y defender la camisola del Slavia de Praga. En este equipo empezó a convertirse en leyenda de verdad consiguiendo unas cifras goleadoras históricas como hemos indicado en las primeras líneas de este artículo, a pesar de padecer la Segunda Guerra Mundial durante dichos años. En el año 2001 Josef Bican recibió de manos de la IFFHS y del Organismo de Estadística del Fútbol el premio al jugador que más veces se proclamó máximo goleador de un campeonato liguero. En doce ocasiones fue el máximo artillero; recogió el galardón con la elegancia intacta y su modestia particular a pesar de tener ya 87 años.
Justamente, ese segundo ‘piropo’ que le profesamos, modesto, no puede estar más cerca de la realidad, puesto que aún ser un joven rico, bien parecido y famoso de la época siguió yendo a sus entrenamientos con el tranvía y el autobús, firmaba autógrafos a todos el mundo, vivía en su pequeño apartamento y no se fanfarroneaba ante los rivales que iban cayendo delante suya.
Como anécdota de su modestia podemos decir que el gran Kubala le consideraba el mejor jugador del mundo y su maestro. Lástima la época en la que le tocó vivir, ya que sería recordado como más incluso de lo que fue, que no fue poco para este deporte.
En resumen, 518 goles en 341 partidos con el mejor promedio de minutos-gol de la historia. Segundo máximo goleador de la historia en Europa y uno de sus 50 mejores jugadores según el ‘hall of fame’ de la UEFA. El primer galáctico de la historia… ¿Saben porque lo llamaron así antes de que apareciese este apelativo para los jugadores del Real Madrid? Otro día se lo contamos.
El autor del artículo es Martín de André. Leer noticia y ver hilo de debate en su fuente original futbolprimera.es.
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