Cuando los dientes de sable y los osos - perro cazaban en Madrid
Una investigación describe cómo convivían los depredadores en el centro de la península hace 9 millones de años
Los investigadores encontraron restos de dos especies de gato - una del tamaño de un leopardo llamado Promegantereon ogygia y otra mucho más grande, como un león, el Machairodus aphanistus - que vivían juntos en una zona boscosa durante el Mioceno tardío. Probablemente, les gustaba cazar las mismas presas, como caballos y jabalíes. En este hábitat, los dientes de sable más pequeños podrían haber utilizado la cobertura arbórea para evitar encontrarse con los de mayor tamaño. Mientras tanto, el oso - perro iba detrás de los antílopes en una zona más abierta superpuesta al territorio de los gatos, pero algo alejada.
“Estos tres animales habitaban la misma área geográfica al mismo tiempo. Lo que hacían para coexistir era evitarse el uno al otro y repartir los recursos”, explica Soledad Domingo, investigadora en el Museo de Paleontología de la Universidad de Michigan y autora principal del artículo sobre los hallazgos publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.
Los grandes carnívoros como estos son raros en el registro fósil, sobre todo porque los animales herbívoros más abajo en la cadena alimentaria han sido más numerosos que los consumidores de carne a lo largo de la historia. El Cerro de los Batallones, donde Domingo ha estado excavando durante los últimos ocho años, es especial. De sus nueve sitios, dos son antiguos fosos con una gran cantidad de huesos de mamíferos carnívoros. Muy ágiles, dicen los investigadores, estos depredadores probablemente saltaban en las trampas naturales en busca de una presa atrapada. “Estos sitios ofrecen una ventana única para entender la vida en el pasado”, afirma Domingo.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores llevaron a cabo un análisis de los isótopos estables de carbono en los dientes de los animales. Usando el taladro de un dentista con una broca de diamante, tomaron muestras de dientes de 69 especímenes, incluyendo 27 tigres dientes de sable y osos - perro. El resto eran herbívoros. Los científicos aislaron el carbono del esmalte de los dientes y utilizaron un espectrómetro de masas para su análisis.
Grabado en los dientes
El carbono 12 y 13 están presentes en el dióxido de carbono que las plantas absorben durante la fotosíntesis. Plantas diferentes hacen uso de los isótopos de diferentes maneras, y así se conservan distintas cantidades de ellos en sus fibras. Cuando un herbívoro come una planta, la planta deja una firma isotópica en los huesos y dientes del animal. La firma viaja a través de la cadena alimentaria y también se puede encontrar en los carnívoros.
Debido a que los investigadores pueden decir lo que los herbívoros comían, pueden imaginarse cómo era el paisaje: una zona boscosa con parches de pastizales. Los gatos no mostraron diferencias significativas en sus proporciones estables de isótopos de carbono. Eso significa que probablemente se alimentaban de las mismas presas y vivían en el mismo hábitat, pero los depósitos varían según el tamaño de las presas.
Leer artículo completo y ver hilo de debate en su fuente original abc.es.
-
0ComentarisImprimir Enviar a un amic
-
Notícies similars
-
Los dientes fosilizados son la clave para saber si se ha descubierto una nueva especie o se trata de uno ya co...
Hi ha 0 comentaris / Llegir més
-
Describen por primera vez esa conducta entre dos machos en cautividad y la atribuyen a la falta de amamantamie...
Hi ha 0 comentaris / Llegir més
-
La “danza” de varios ejemplares marcando con fuerza el suelo despertó el interés de los científicos y ha lleva...
Hi ha 0 comentaris / Llegir més