A las siete de la mañana salió ayer Andrea Delgado de su casa en Algemesí. Su objetivo era comprar rebajada una parka para su marido que en temporada costaba 385 euros.
Su estrategia para conseguirla -aparte del madrugón que le permitió ser de las primeras en entrar cuando el establecimiento abrió sus puertas- comenzó un par de días antes. Fueron, escrutaron y probaron varios modelos, eligieron el que más les gustaba y ella retuvo en su mente el lugar exacto en el que estaba expuesto para no perder tiempo ayer en búsquedas innecesarias. El único obstáculo que le hubiera hecho desistir de comprarla es que a la prenda no se le hubiera aplicado un buen descuento. «Si no me ahorro por lo menos 70 euros, no me la llevo». En su lista había también unos vaqueros para ella. «Y vengo el primer día porque si no luego no encuentro mi talla».
El mismo motivo que llevó a Mamen Esteve a pedirse el día libre en su trabajo y así poder conseguir ropa del tamaño que necesitan sus tres hijos. «He hecho un listado con todo lo que me hace falta, aunque no me he marcado un presupuesto límite».
Mamen suele comprar el primer día de rebajas y también cuando ya están a punto de terminar, «porque siempre encuentras algún chollo». Y para la próxima temporada se animará a hacerlo por internet. «No sabía que anoche, a las doce, las rebajas ya estaban disponibles en la red. La próxima vez, por comodidad, compraré vía e-mail».  Leer noticia completa en Las Provincias