En la asamblea ciudadana que se realizó previa a la sesión ordinaria del Pleno del Ayuntamiento de Alzira del 27 de enero de 2016, el alcalde de Alzira Diego Gómez leyó la carta de un vecino en la que se quejaba de las picaduras sufridas este verano a causa de insectos, mosquito tigre y mosca negra, “muchísimas más de las ocurridas otros años en esas fechas”, señalaba, y apuntaba que este verano había tenido que “acudir tanto a urgencias como farmacias en busca de repelentes”. Así mismo, añadía que por esta problemática se había reunido con Pep Carreres, concejal de Medio Ambiente, quien le informó que “no era partidario de pulverizar”, aunque se comprometió a enviar a los técnicos para que revisen la zona. Según este vecino, “acabó el verano sin solucionarse el problema”. Finalmente, este vecino preguntaba si se estaba tomando algún tipo de medida para evitar este problema en un futuro o un ‘plan b’ por si las medidas adoptadas en un principio pudieran fallar.
Carreres tomó la palabra para responder a este vecino matizando que lo que le comentó es que “pulverizar en los meses de agosto y septiembre no era eficaz” y señaló que la Policía Local se presentó en la zona para localizar focos de mosquito tigre y no se observó ninguna anomalía por lo que es posible que el problema se origine, según Carreres, “debido a que algún vecino tenga en su propiedad alguna piscina con agua encharcada”, ambientes muy propicios para la existencia de estos insectos. En cuanto a la mosca negra, señaló que su hábitat habitual son las aguas limpias y lechos de los ríos, por lo que ya corresponde a otras instancias, como la consellería de Medio Ambiente y anunció un subvención de 132.000 euros para combatirla.

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