Todos sabemos que "ocasionalmente" nuestros representantes políticos mienten, y muy habitualmente no nos cuentan toda la verdad. Y les pongo en situación.
El pasado 27 de noviembre publicamos un articulo denunciando el ninguneo del consistorio hacia la PAH, casualmente ese mismo día, un miembro de la misma recibió la llamada desde la concejala correspondiente a nuestra demanda, una llamada que esperábamos durante mucho tiempo, pero para sorpresa nuestra dicha llamada fue un error, un error muy común. La concejala se puso en contacto con nosotros por equivocación, su llamada iba dirigida a otra persona con el mismo nombre y número de teléfono, un error lo tiene cualquiera.
Una vez metidos en fango se aprovechó la llamada, y la concejala, siendo una  servidora pública, atendió sin remedio las reivindicaciones que su interlocutora le hizo, y ella se comprometió en llamarnos a lo largo de la siguiente semana para abordar nuestras demandas. Esa semana ya ha pasado, y la concejala sigue sin llamar. ¿Habrá traspapelado el numero de móvil de la PAH? ¿O quizás el numero personal de la compañera a la que llamó por equivocación? Personalmente creo que fueron tiros al aire para salir del paso, o tiros al pie, según se mire.
Desde la P.A.H, tendemos la mano al consistorio para poder ayudarnos mutuamente a solucionar la problemática a la que nos enfrentamos, y por su parte tan solo ha habido silencio. Y viendo que se nos terminan los medios convencionales para que se nos atienda, nos veremos en la tesitura de buscar otros alternativos.
Mientras no se nos tome en consideración seguiremos haciendo publico su silencio hacia esta plataforma, la cual la formamos hijos, hermanos y padres, gente común con vidas comunes, en definitiva, gente honesta a la cual no le gustan las mentiras.
Por ello volvemos a pedir al consistorio que se nos escuche, que nos hagan un hueco en sus apretadas agendas, aun siendo su respuesta una negativa a nuestra petición. Y para su tranquilidad dejarles claro que si es en positivo también sabremos decirlo.
Por decencia no nos mientan, no nos engañen, no queremos su simpatía, sino  colaboración. Somos ciudadanos, muchos nacimos, vivimos y dormimos aquí, escuchadnos, de  lo contrario gritaremos. Mientras tanto seguiremos aireando sus vergüenzas.