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Invasión de tamborileros en Alzira en una jornada de exaltación, pero de los nervios
"Se sigue consintiendo que una minoría se dedique a aporrear tambores sin ton ni son dando por el saco a toda la población"
Este pasado fin de semana, durante dos días, Alzira ha vuelto a ser tomada literalmente por una horda de tamborileros que han roto la armonía y tranquilidad de la ciudad con el horrible estampido del tambor. Dos días con el beneplácito de la señorita vicealcaldesa en el que el ruido estridente de esos instrumentos de percusión han sonado con total bula. Lo de siempre, otorgando privilegios y tratos de favor a muchas minorías y a sumar votos.
No son valientes. Con el PP ya nos daban matraca y con la nueva política tripartita nada ha cambiado; siguen cabezones y nos quieren hacer creer que darle leñazos a un bombo es un bien de interés cultural. Se sigue consintiendo que una minoría se dedique a aporrear tambores sin ton ni son dando por el saco a toda la población y perturbando la paz y tranquilidad de quien espera el fin de semana para descansar.
Nada ha cambiado, el Tripartito permite el libertinaje al igual que lo permitía el PP. No es de recibo que fuera del acto oficial, que no debería durar más de dos horas, se siga atormentando a la gente pegando mamporros a los tambores por las calles a deshoras y sin respetar lo más mínimo a los ciudadanos que descansan, ven la televisión en sus casas o están de tertulia tomando un café tranquilamente en una terraza. La policía, para variar, mirando a otra parte siempre que hay una patata caliente.
Han sido jornadas de exaltación, pero de los nervios, al comprobar un año más como unas cuadrillas de tamborileros han campado a sus anchas con la aprobación de la señorita vicealcaldesa y de un Tripartito que, sorprendentemente, sigue celebrando y apoyando eventos religiosos. Vaya, vaya... con Diego, Isabel e Ivan... ¿acabaremos viéndolos en misa de 12 todos los domingos y echando unos euritos al cepillo? Los votantes de izquierda deben estar decepcionados de sus líderes locales. Vamos, ni borrachos como una cuba se podían imaginar este fervor y devoción religiosa.
Estas "Tamburradas" deben regularizarse en el futuro. Hay que respetar el acto de exaltación, destinar un horario y un lugar y cumplir una normativa que vele por el interés de todos, por el de los participantes en este acto y por los vecinos. Lo que no se debe permitir es que durante dos días se esté dando por el saco con este ruido infernal en cualquier calle de la ciudad y a cualquier hora. Si me aceptan la sugerencia, el polígono industrial El Pla sería un lugar idílico para celebrar estas jornadas de exaltación del tambor y del bombo.
Señorita Aguilar, ¡vaya carrerón político! ¿Se ha parado a pensar en lo que ha hecho hasta ahora? ¿Quiere que le diga una cosa? Este fin de semana me he acordado mucho de usted. Os observo.
PD: señorita vicealcaldesa, no me voy a cansar.
1. ¿Qué le costó a los alzireños la asistencia de Alzira a Fitur?
2. ¿Dónde está el retorno de la última visita a Fitur?
3. No veo a los japoneses por las calles de Alzira.
Todas las noticias de Alzira en www.elseisdoble.comNo son valientes. Con el PP ya nos daban matraca y con la nueva política tripartita nada ha cambiado; siguen cabezones y nos quieren hacer creer que darle leñazos a un bombo es un bien de interés cultural. Se sigue consintiendo que una minoría se dedique a aporrear tambores sin ton ni son dando por el saco a toda la población y perturbando la paz y tranquilidad de quien espera el fin de semana para descansar.
Nada ha cambiado, el Tripartito permite el libertinaje al igual que lo permitía el PP. No es de recibo que fuera del acto oficial, que no debería durar más de dos horas, se siga atormentando a la gente pegando mamporros a los tambores por las calles a deshoras y sin respetar lo más mínimo a los ciudadanos que descansan, ven la televisión en sus casas o están de tertulia tomando un café tranquilamente en una terraza. La policía, para variar, mirando a otra parte siempre que hay una patata caliente.
Han sido jornadas de exaltación, pero de los nervios, al comprobar un año más como unas cuadrillas de tamborileros han campado a sus anchas con la aprobación de la señorita vicealcaldesa y de un Tripartito que, sorprendentemente, sigue celebrando y apoyando eventos religiosos. Vaya, vaya... con Diego, Isabel e Ivan... ¿acabaremos viéndolos en misa de 12 todos los domingos y echando unos euritos al cepillo? Los votantes de izquierda deben estar decepcionados de sus líderes locales. Vamos, ni borrachos como una cuba se podían imaginar este fervor y devoción religiosa.
Estas "Tamburradas" deben regularizarse en el futuro. Hay que respetar el acto de exaltación, destinar un horario y un lugar y cumplir una normativa que vele por el interés de todos, por el de los participantes en este acto y por los vecinos. Lo que no se debe permitir es que durante dos días se esté dando por el saco con este ruido infernal en cualquier calle de la ciudad y a cualquier hora. Si me aceptan la sugerencia, el polígono industrial El Pla sería un lugar idílico para celebrar estas jornadas de exaltación del tambor y del bombo.
Señorita Aguilar, ¡vaya carrerón político! ¿Se ha parado a pensar en lo que ha hecho hasta ahora? ¿Quiere que le diga una cosa? Este fin de semana me he acordado mucho de usted. Os observo.
PD: señorita vicealcaldesa, no me voy a cansar.
1. ¿Qué le costó a los alzireños la asistencia de Alzira a Fitur?
2. ¿Dónde está el retorno de la última visita a Fitur?
3. No veo a los japoneses por las calles de Alzira.
El Sis Doble no corregeix els escrits que rep. La reproducció d'aquest text és literal; fidel a les paraules, redacció , ortografia i sentit de l'autor/s
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