Después de haber realizado el cortometraje “Sé feliz hoy” habían ya pasado alrededor de dos meses, mucha gente había visto el primero y nos animaba a que sigamos haciendo muchos más cortos, pero en realidad mi hermano Christian y yo ya andábamos en planes de hacerlo.
La idea ya la había estado pensando mucho, pues quería que ahora el protagonista sea un payaso, me la pasaba oyendo todo el día “Payaso Triste” de Luis Alberto Martínez, me tope por casualidad con esa canción, que me encantó y seria la que después pondríamos en el corto, tampoco podía dejar de ver el video de Raphael “Balada de la Trompeta” de la película “Sin un adiós”,  me encantaba la idea de que ahora fuese la historia de un payaso. Pero no tenía que ser un payaso común, sino sería un payaso triste, que al final aprende a sonreír, pues esa sería la enseñanza que le dejo su padre que también había sido payaso y que acababa de morir. En resumidas, esa era la historia. Después de hablar con mi hermano, el cual quedó fascinado con la historia, decidimos grabarla; mi hermana Fernanda fue la que se encargó de maquillarme y casi al final se nos ocurrió la idea de que el personaje llevaría globos como el regalo que llevaría en todo su viaje. La colaboración de la gente me gustó mucho, pues hay una escena en la que estamos en un autobús y la gente me ayudó a interpretar que el personaje pide caridad a la perfección fue lo que más me gusto de ese día, yo y mi hermano lo agradecimos mucho, había gente que me observaba en la calle por el maquillaje mientras íbamos de lado a lado con mi hermano para decidir donde grabar, a los niños que me quedaban viendo les hacía muecas y ellos reían mucho, eso era muy divertido.
Cuando filmábamos las escenas sentía de verdad que era un payaso que acababa de perder a su padre y había momentos en los que filmábamos que estaba a punto de romperme a llorar, varias veces me pasó lo mismo, cuando el llanto me venció fue casi al final cuando grabábamos la escena del cementerio en la que el personaje visita a su padre, pues era él el que le había enseñado a ser un payaso.
   
No sabíamos de nuevo como cerrar el cortometraje, cuando llegamos a casa de Christian aún estaba maquillado y con el traje entonces vi por la ventana el parque que estaba al frente de su casa y le dije que fuéramos a grabar en ese columpio, después de grabarlo y de lavarme el rostro me entró mucha tranquilidad y calma, el cortometraje iba a ser mudo pero al final le dije que sentía la necesidad de ponerle una frase al final la que me quedo después de todo ese día de grabación, entonces lo hicimos y quedo la frase del final “Una sonrisa da más luz que la electricidad y, sin embargo cuesta menos, sonríe siempre”, al momento de terminar de grabar esa frase a mi hermano y a mí nos dio emoción de saber que otra vez como la vez anterior nos habíamos llevado una gran experiencia y aprendimos mucho grabando ese corto.
Después de verlo editado lo subimos a Youtube, y al ver que teníamos ya 2 cortometrajes hechos decidimos cambiar el nombre de canal porque continuaríamos haciéndolos y decidimos el nombre de Cortometrajes – Armijos. Era emocionante saber que ese sueño de hacer cine se iba logrando cada vez más con cada paso.
Nací un 20 de marzo, el Día Internacional de la Felicidad, por eso me he planteado hacer cortometrajes con la finalidad de que la gente reflexione, y que sonría al verlo como yo sonrió cada vez que los hago.