Los niños de Sudán del Sur están siendo víctimas de la violencia y el desplazamiento masivo por el conflicto inter-étnico que se desató en este joven país en diciembre de 2013. Se enfrentan a un grave peligro porque están en medio de los combates o han huido de sus casas y necesitan, urgentemente, agua, alimentos, refugio y protección. 
La situación es más extrema en los tres estados afectados por el conflicto – Jonglei, Alto Nilo y Unity-, donde, según los datos, entre el 60 y el 75% de la población sufre inseguridad alimentaria grave. Si no se intensifican los programas nutricionales, 50.000 niños podrían morir de desnutrición.
Alrededor de 3,2 millones de personas necesitan asistencia humanitaria y el conflicto ha desplazado de sus hogares a más de 1,1 millón de personas, de los que más de la mitad son niños. El acceso humanitario sigue estando limitado en algunas zonas. Además 400.000 personas se han refugiado en los países vecinos. En mayo se produjo un brote de cólera en el país, que hasta julio se ha cobrado 80 vidas y los casos ascienden a 3.403. Con el fin de dar tratamiento urgente a las personas que sufren esta enfermedad que es altamente contagiosa y puede ser mortal, UNICEF puso en marcha en la capital, Juba, un Centro de Tratamiento de Cólera. Además está proporcionando material sanitario y extendiendo las medidas preventivas por todo el país. 
Por otra parte, más de 9.000 niños han sido reclutados por grupos armados de ambas partes. Miles deniños han sido separados de sus familias, forzados a huir a otras partes de Sudán del Sur o a países vecinos.
 
El riesgo de una crisis alimentaria
Actualmente en Sudán del Sur 4 millones de personas –de las cuales 740.000 son menores de 5 años-  se enfrentan a un alto riesgo de inseguridad alimentaria.
Alrededor de 235.000 niños necesitarán tratamiento contra la desnutrición aguda grave este año, el doble que el año pasado. Además, unos 675.000 niños necesitarán tratamiento contra la desnutrición aguda moderada. Hasta ahora, debido a  las difíciles condiciones, la comunidad humanitaria solo ha podidoalcanzar al 10% de estos niños con el tratamiento que necesitan.
El objetivo de UNICEF es tratar de manera inmediata a más de 150.000 niños menores de cinco años que sufren desnutrición severa aguda, particularmente en las zonas más remotas que antes eran inaccesibles. Sin embargo, la escasez de fondos supone un reto para dar una respuesta adecuada a esta urgente necesidad. Leer noticia completa en unicef.es.