Los más mayores hablarán de Di Stéfano, de Puskas o de Amancio. Los más jóvenes lo harán de Cristiano, Ronaldo Nazario y Raúl. Una generación intermedia lo hará de Hugo Sánchez y de nuestro protagonista. Uno de los mejores  delanteros de la historia del fútbol español. Un rematador puro, cuyo manejo de la testa  a la hora de anotar gol era, como mínimo, magistral. Nos referimos a ‘Santillana’. Un hombre que permaneció durante 18 años en el Real Madrid y que con sus goles y su espíritu marcó una época  en el club blanco.
Carlos Alonso, ‘Santillana’, nació en la localidad cántabra Santillana del Mar. Su apodo proviene precisamente de su pueblo natal y es que su entrenador en el Satélite de Barreda se refería a este delantero como ‘el de Santillana’. Y así se quedó.
A punto estuvo de abandonar la práctica profesional del fútbol, pues no era especialmente rápido ni técnico y tampoco destacaba por el dominio de la pelota con los pies. Sin embargo tenía una gran capacidad de sacrificio y una fuerza descomunal que le ayudaba a alcanzar las mejores posiciones de remate.
Se cuenta que llegó a entrenar con un saco a sus espaldas para mejorar su velocidad y coordinación. Con trabajo y sacrificio mejoró a pasos agigantados y en 1970, recién alcanzada la mayoría de edad, el Racing de Santander le ficha para jugar en Segunda División con la intención de cederle.
No lo hicieron y nunca se arrepentirán, pues el joven delantero se convirtió en el máximo goleador de la categoría de plata, junto al jugador del Córdoba Manolín Cuesta.
Con esperanzas de renovar el equipo, pero sin mucha fe en el rendimiento de Santillana, Santiago Bernabéu le ficha en un ‘pack’ con los racinguistas Corral y Aguilar. Ante la escasez de delanteros centro en el conjunto blanco, Miguel Muñoz cree oportuno darle oportunidades a Santillana… y el chico no decepciona, ni mucho menos.
 
Un problema que casi le retira
Trabajando como el que más en aquella primera temporada participa en 34 partidos en los que anota 10 goles y ayuda a que el Real Madrid conquiste el campeonato de Liga. Desde entonces y hasta el 21 de abril de 1973 todo fueron alegrías para el joven Santillana. Ese día, en un encontronazo con un futbolista del Espayol se da un golpe fuerte en el riñón. En las pruebas posteriores se descubre que posee los dos riñones en la misma parte del cuerpo.
Se llega a temer por su futuro y es sometido a una intervención quirúrgica por parte del prestigioso urólogo Sánchez Cañas quien tras operarle, observar la mejora y ver la inquebrantable voluntad del jugador le da el alta médica. Volvió a los terrenos de juego sin secuelas y gol a gol se convirtió en uno de los máximos realizadores de la historia blanca y quizá en uno de mejores rematadores de cabeza de todos los tiempos.
Pese a que los tantos de cabeza eran su auténtica especialidad, su gol más recordado se lo anotó al Derby County y fue en la primera de las históricas remontadas que se recuerdan en el Santiago Bernabéu. El segundo de sus goles fue antológico. Paró con el pecho un centro de Breitner efectuó un sombrero sobre el defensa inglés y firmó una increíble volea. La conclusión fue un 5 - 1 con el que los blancos remontaron un 4 - 1 en la ida y pasaron a la siguiente ronda.
 
Uniendo dos generaciones
Santillana anotó 290 goles en los 643 partidos que disputó con el Madrid. 18 temporadas que le llevaron a superar el registro de más partidos disputados con la camiseta blanca, hasta entonces propiedad de su paisano Paco Gento, con quien llegó a convivir en el vestuario merengue.
El autor de este texto es Carlos Carrasco. Leer artículo completo en defensacentral.com.