Ratas con "chaquetita" explican por qué a los hombres les gusta la lencería

Miércoles, 10 de diciembre de 2014 | e6d.es
• Un desconcertante experimento con roedores demuestra cómo los machos pueden relacionar la ropa con el sexo y preferir a las hembras vestidas con una pequeña prenda

No hace falta ser un genio para llegar a la conclusión de que los desfiles de Victoria's Secret influyen en la manera en la que muchas personas entienden el erotismo, pero es que la pasión masculina por la lencería puede ser algo (incluso) más primario de lo que puede parecer en un primer momento. Investigadores de la Universidad de Concordia en Montreal (Canadá) han comprobado que las ratas macho pueden llegar a sentir una atracción similar por las hembras que visten... unas diminutas chaquetitas. Estos investigadores, dignos merecedores del próximo Ig Nobel por su trabajo, permitieron que unas inocentes ratas macho que nada sabían del sexo perdieran su virginidad con unas compañeras que vestían una especie de chaqueta o chalequito. Mientras, en otra jaula, otros novatos hacían lo propio con hembras como llegaron al mundo. Un tiempo después, los científicos dieron luz verde a un nuevo encuentro, pero esta vez se mezclaron las parejas para la mitad de las ratas de cada grupo. Es decir, de entre los machos que habían estado con hembras con chaqueta algunos repitieron la experiencia, mientras que otros probaron con hembras «desnudas». De los machos del segundo grupo, que se habían estrenado con hembras «al natural», unos siguieron igual y otros conocieron a las ratas a la moda.

Señal sexual
Los machos entrenados y puestos a prueba sin chaquetas copularon con normalidad, como también lo hicieron los entrenados sin chaquetas pero puestos a prueba con ellas. Sin embargo, un número significativamente más pequeño de los entrenados con la chaqueta puesta pero probados sin la prenda pudieron acabar la faena, y los que lo hicieron parecían poco motivados, con montas más breves y menos eyaculaciones. Sin esa ropa tan «sexy», la tentación no era tan grande.
En un segundo experimento, otro grupo de machos vírgenes fueron entrenados o para asociar la chaqueta con un premio sexual (copulación con una hembra sexualmente receptiva) o con una inhibición sexual (intento de copulación fracasado con una hembra no receptiva). Un segundo grupo recibió un entrenamiento contrario. Después, se hizo un test final para todos con hembras con chaqueta. Los machos entrenados para asociar la chaqueta con la excitación tuvieron relaciones normales, mientras que los entrenados para llevarse un chasco se mostraron mucho más reacios al asunto.