Sí alguna vez estuviste en un lugar con muchas telarañas seguro sabes lo incómodo y difícil que es deshacerse de ellas cuando te enredas sin querer. Lo mismo le pasa a los pobres insectos presa de las arañas que consiguen de esa manera el alimento. Pero algo que deberías haberte preguntado es cómo las arañas no quedan atrapadas en su propia telaraña, dado que vivir en ella no es asunto fácil. Vamos a verlo. Es extraño que habiendo tantos amantes de las arañas e investigadores dispuestos a observarlas, recién en el año 2011 se haya pensado en resolver este acertijo probándolo en la realidad. La teoría inicial era que las arañas producen un aceite en sus cuerpos, que permitía que sus patas no se pegaran a la telaraña. Luego se formuló la hipótesis de que se untaban el cuerpo en un sudor especial. En la investigación realizada en Costa Rica, finalmente se observó que las arañas permanecen sin pegarse debido a su comportamiento, su anatomía y un recubrimiento aceitoso en el cuerpo. Además también tiene que ver el tipo de telaraña, porque no todas son completamente pegajosas.
Algunas arañas tejen telarañas que tienen partes no pegajosas, lo que les permite moverse con facilidad en ellas. Por ejemplo, hay algunas que ponen esa seda especial solo en la parte de espiral, dejando caminos libres para pasar. De todas maneras, cuando una presa queda atrapada en la telaraña, ella no tiene más remedio que moverse entre las partes pegajosas. Sin embargo, lo hace con precaución, muy lentamente para pegarse lo menos posible. De esta manera, la araña impide que varios de los puntos se peguen a sus patas, siendo más fácil despegarlos uno por uno. Leer noticia completa y seguir hilo de debate en curiosidades.batanga.com