La biografía del pequeño Nicolás tiene sombras tan alargadas que algunas de ellas se han colado en la investigación policial sobre este presunto estafador de 20 años. El joven
aportó tantas pruebas en comisaría sobre su hipotética conexión con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que la Policía Nacional llegó a preguntar a los servicios de inteligencia si realmente había trabajado en algún momento para ellos. Según fuentes cercanas a las pesquisas, el CNI respondió a esa solicitud negando tajantemente haber tenido algún tipo de vínculo con el acusado y se descartó esa relación.
La Unidad de Asuntos Internos de la Policía
detuvo a Francisco Nicolás Gómez Iglesias el pasado 14 de octubre tras varias semanas de investigación. Una vez en comisaría, el acusado de estafa, falsedad y usurpación de funciones públicas
prestó declaración durante siete horas. Y ese testimonio, que fue ratificado posteriormente por el propio Nicolás en presencia de su abogado, está siendo de enorme valor para la instrucción judicial del caso.
El contenido de esa declaración es tan sensible que el magistrado que ha asumido el procedimiento,
Arturo Zamarriego, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, ha decretado
una medida extraordinaria para un simple caso de estafa como el secreto de sumario, una decisión que en la práctica impide a las partes acceder a cualquier detalle de la investigación.
La biografía del pequeño Nicolás tiene sombras tan alargadas que algunas de ellas se han colado en la investigación policial sobre este presunto estafador de 20 años. El joven
aportó tantas pruebas en comisaría sobre su hipotética conexión con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que la Policía Nacional llegó a preguntar a los servicios de inteligencia si realmente había trabajado en algún momento para ellos. Según fuentes cercanas a las pesquisas, el CNI respondió a esa solicitud negando tajantemente haber tenido algún tipo de vínculo con el acusado y se descartó esa relación.
La Unidad de Asuntos Internos de la Policía
detuvo a Francisco Nicolás Gómez Iglesias el pasado 14 de octubre tras varias semanas de investigación. Una vez en comisaría, el acusado de estafa, falsedad y usurpación de funciones públicas
prestó declaración durante siete horas. Y ese testimonio, que fue ratificado posteriormente por el propio Nicolás en presencia de su abogado, está siendo de enorme valor para la instrucción judicial del caso.
El contenido de esa declaración es tan sensible que el magistrado que ha asumido el procedimiento,
Arturo Zamarriego, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, ha decretado
una medida extraordinaria para un simple caso de estafa como el secreto de sumario, una decisión que en la práctica impide a las partes acceder a cualquier detalle de la investigación. Leer noticia completa en
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