Nepal, la previsible magnitud de una catástrofe

Lunes, 29 de junio de 2015 | e6d.es
• Al riesgo sísmico se suma la acción de los monzones, particularmente potentes por su situación geográfica y que dejan cientos de víctimas año tras año
                    

Un dicho nepalí reza: “No es posible volar en Nepal cuando hay nubes, porque las nubes están llenas de montañas”. Así nos lo explica José Félix Hoyo, vocal de Operaciones Internacionales de nuestra organización.
El 25 de abril de 2015 un terremoto de magnitud 7.8 a las 06:11 GMT, 4 horas y 15 minutos más tarde en Katmandú, sacudió hasta sus cimientos este bello país.
El seísmo hizo venirse abajo laderas enteras de esas inmensas montañas sobre las nubes, destrozó una gran parte de las ciudades y monumentos, patrimonio de la humanidad y, sobre todo, segó las vidas y el futuro de casi 9.000 personas. Grandes avalanchas de hielo y rocas, casas y templos hechos añicos, sepultaron a las personas violentamente bajo toneladas de escombros.Era uno de esos terremotos anunciados, en una de las regiones con mayor riesgo sísmico de la tierra y en la que confluyen la placa índica y la placa euroasiática. La presión de estas dos placas ha motivado, nada menos, que la existencia de la cordillera del Himalaya, la más alta de la tierra, y de la inmensa meseta del Tíbet.
 
Nepal es un país expuesto por su localización a grandes catástrofes naturales
Junto con el riesgo sísmico, los monzones son particularmente potentes por su situación a las faldas de “la cordillera” que detiene las masas de aire cálido y húmedo de las llanuras de la India. Inundaciones y deslizamientos destruyen una parte de las precarias vías de comunicación del país todos los años, causando cientos víctimas que nunca o casi nunca trascienden a las noticias mundiales.
Nepal es un país pobre, se encuentra en el número 145 del ranking de países por IDH, la esperanza de vida es de 68,40 años, su tasa de mortalidad es de 6,65‰ y su renta per cápita es de 523 euros euros. La tasa de pobreza supera el 25% de su población. A pesar de todas estas circunstancias, lo que más llama la atención en Nepal, más allá de sus maravillosos paisajes y tesoros arquitectónicos, es la calidez de su pueblo, la felicidad con la que afrontan una vida con poco o ningún lujo y, sobre todo, la capacidad de trasmitir esa felicidad.
 
Diferencias sustanciales
Las catástrofes naturales siguen asolando determinados lugares del planeta. El cambio climático hace temer, como demuestra la tendencia en los últimos años, que no serán menos frecuentes en el futuro.
Pero no es cierto que los países pobres tengan mayor tendencia a ser “castigados” con catástrofes. Un estudio de simulación reciente(1) comentaba que un seísmo de magnitud 9 en Katmandú -que “aún” no ha ocurrido-, causaría 400 veces mayor mortalidad en niños y niñas en edad escolar que en la misma población en Kobe, Japón. La reciente reunión de marzo de 2015 en Sendai(2), revisión del marco de Hyogo(3) sobre reducción de riesgo en desastres, viene a reafirmar algo que siempre pensamos tras las catástrofes, pero que nunca ponemos realmente en práctica. La resistencia sísmica de los edificios, los planes de contingencia(4,5), y sobre todo, trabajar en la resiliencia ante los desastres de las comunidades, hubieran salvado, miles de vidas.
El terremoto de 1934 causó 8.000 víctimas, número similar al actual, la población de Katmandú era en ese momento de 200.000 habitantes, la magnitud de ese terremoto fue de 8.4 grados en la escala de Richter. Hoy Katmandú supera los 2.5 millones de habitantes, y se calcula que un terremoto de magnitud 9 podría producir entre 200 y 300.000 víctimas. La dura experiencia de Haití fue muy dolorosa, las zonas de riesgo sísmico no dejan de serlo, los sistemas de prevención deben mejorar, de otro modo lamentaremos miles de víctimas evitables.
 
Una respuesta inmediata y coordinada de acuerdo con nuestros principios
Desde hace años las organizaciones no gubernamentales y, cada vez con más fuerza los gobiernos, venimos trabajando en mejorar la coordinación de los actores en las emergencias. La expeiencia de Haití se ha intentado mejorar en recientes emergencias como el aún vigente brote de ébola. La inclusión de modo real y operativa del concepto de Foreign Medical Teams (FMTs)(6) en la coordinación del terremoto de Nepal, mejorando los tiempos de distribución inicial de los equipos, aún debe ser mejorada. No solo es necesario ajustar el número de equipos y distribuirlos, antes de su llegada, en fase hiper-aguda, sino también revisar sus componentes y localizaciones, la asignación de los destinos y ser flexible a la modificación según el tiempo y necesidades.
 
El acceso a los lugares remotos, con vías de comunicación escasas sigue siendo un reto difícil de resolver
El acceso en situación de conflictos o en zonas inseguras todavía es una incógnita dolorosa cuya solución está lejos de ser alcanzada.
Médicos del Mundo, siguiendo las indicaciones de su plan estratégico, acudió en auxilio del pueblo nepalí con gran inmediatez. Se desplazó un equipo quirúrgico altamente especializado que se posicionó en el National Trauma Center de Katmandú y ha realizado 34 intervenciones quirúrgicas de alta complejidad en colaboración con cirujanos nepalíes. Compartiendo experiencia y aprendizaje. Un segundo equipo, experto en emergencias, fue destinado al distrito de Ramechhap donde realizó una rápida evaluación de daños en el sistema de salud para iniciar un programa de recuperación temprana, soporte psicosocial y reducción de riesgo en desastres en salud, desde la perspectiva comunitaria. Los ejes de cambio social, reforzando la resiliencia de las comunidades; el derecho a la salud de las personas más vulnerables; el respeto de la perspectiva de género; la participación de la sociedad nepalí; la calidad y mejora de nuestro trabajo y el desarrollo asociativo, con un despliegue de comunicación excepcional, han constituido, como siempre, el centro de nuestra intervención.
 
Conclusiones
Las emergencias no siempre ocurren del mismo modo. La vulnerabilidad y la desigualdad son claves a la hora de afrontarlas. La preparación y los programas de reducción de riesgos en desastres son imprescindibles. pero los planes de contingencia creados desde los despachos son insuficientes para proteger a las personas. Implicar a la comunidad es necesario, el desarrollo es necesario, las estructuras y las comunicaciones son necesarias. La pobreza es un enemigo si queremos realmente disminuir el impacto de las catástrofes.
Se ha avanzado en coordinación, el acceso aún resulta un inconveniente muy difícil de solventar. Las respuestas cada vez son mejores, los retos, cada vez más complejos.
Seguimos participando de modo cada vez más preciso en las emergencias, trabajamos día a día para conseguir un futuro mejor, a veces solo un futuro, para las personas titulares de derechos, nuestra razón de ser.
Un nuevo terremoto de 7,2 grados impactó de nuevo a Nepal y a nuestros equipos en el terreno el día 12 de mayo. Tarde o temprano, seguro, ocurrirá algo peor. Cuando esto pase, deberíamos estar preparados para evitar sus crueles consecuencias.
Finalmente un recuerdo emocionado para el pueblo nepalí. Durante las evaluaciones a campos de desplazados por el terremoto, los propios niños y niñas damnificados nos ofrecían compartir la comida que acababan de recibir de la ayuda internacional. Un ejemplo como este, nunca debe caer en el olvido.
Mención especial merece las más de 3.000 solicitudes de trabajo en la emergencia, que constituyen, una a una, nombres y no números, y un orgullo para nuestra asociación. Gracias también a todas las personas socias, donantes, colaboradoras y voluntarias, y a las entidades privadas y públicas que habéis colaborado para la atención sanitaria de emergencia en Nepal.
El Seis Doble | Médicos del Mundo
 
El Seis Doble colabora con Médicos del Mundo