Los hijos del Alcides Ghiggia y dos candidaturas más

Sábado, 21 de junio de 2014 | e6d.es
• “Luis Suárez, con ese nombre y ese apellido uno no puede ser otra cosa que un talento futbolístico”

La República Oriental del Uruguay es un país poblado de gente sumamente amable y acogedora que parece no tener prisa y que todavía pasea más que camina y se detiene con frecuencia a saludar a aquellos vecinos con los que se encuentra por la calle. Los uruguayos son pocos y los capitalinos, que son los más, viven sin grandes agobios y sin darse a la locura en una ciudad chiquita, coqueta y muy hermosa abierta a las aguas del estuario del río de la Plata frente a sus primos de Buenos Aires con los que desarrollan una relaciones que no siempre son por completo afectuosas. Como ocurre con muchas de las naciones de la América hispana, gran parte de la población uruguaya reside en su capital y por tanto, de los tres millones y medio de habitantes que pueblan una nación tan pacífica y risueña como la uruguaya, un millón y medio lo hace en Montevideo.
Para cualquiera que no esté habituado a la fonética de la zona, uruguayos y argentinos hablan de la misma manera y solo ellos son capaces de conocerse. Lo hacen sin dudar y le dan también mucha importancia porque ni los primeros desean ser confundidos con sus vecinos porteños a los que consideran demasiado pagados de si mismo, ni a los segundos les hace gracia alguna que se les confunda con los uruguayos a los que tienen por hermanos pobres y catetos. Estas diferencias adobadas durante años y años de vecindad no siempre bien tenida se agudizan en el fútbol y se ponen de manifiesto cuando sus dos selecciones se enfrentan en una cancha. Por fortuna, los dos combinados han ido a caer en grupos distintos mientras el tercero en discordia, Chile, ha arrollado a España y ya está clasificada para la siguiente ronda. Es quien peor se lleva con sus vecinos de Argentina y cuenta con una inagotable colección de chistes a la usanza de los que aquí dedicábamos a los leperos solo que referidos a los argentinos. “¿Saben cómo se suicida un argentino? -me contaron nada más llegar a Santiago- Tirándose desde lo alto de su propio ego”. Pues de ahí, para el norte…
No conviene descartar a ninguno de ellos a la hora de buscar un favorito para ganar el torneo. Ni siquiera a Uruguay, que parece el menos fuerte pero que ha sido capaz de resucitar de sus cenizas, ganar a Inglaterra y utilizar para ello el octavo representante del Liverpool que estaba en el campo. Luis Suárez –con ese nombre y ese apellido uno no puede ser otra cosa que un talento futbolístico- se valió de la cabeza de Steve Gerrard para evitar caer en fuera de juego y machacó a su capitán en la Liga y su enemigo de la cita brasileña al que destruyó sin piedad y más ahora que todos le sitúan lejos del Mersey, quizá en el Real Madrid. El autor de este texto es Manuel Orio. Leer noticia completa y ver hilo de debate en atlántico.net.