Con
la crisis del ébola muy reciente, a Ana Mato se le ha reabierto otro frente: el de la hepatitis C.
Una enfermedad que sufren alrededor de 800.000 personas en España y que en muchos casos sólo puede ser tratado con un medicamento, Sovaldi.
La ministra de Sanidad prometió que estaría a disposición de los médicos el 1 de octubre, pero la realidad es que sigue sin poder ser prescrita, poniendo así en riesgo la vida de miles de enfermos. Leer noticia completa en
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