Las ideas delirantes no son amor, sino obsesión

Domingo, 23 de febrero de 2014 | e6d.es
• Es el caso de Lorena, una joven corriente, y Paco González, uno de los periodistas deportivos más influyentes de España

Las ideas delirantes son ideas erróneas que se generan a causa de una patología, estando convencido por completo el sujeto que las padece por su veracidad. Hay diferentes tipos de delirios: místico (misión de tipo religiosa, se relaciona con las esquizofrenias); de persecución (sentirse perseguido por personas o entidades con el fin de hacerle daño a él o a su familia, se relaciona también con la personalidad paranoide); de control (la mente y los pensamientos son controlados por otros y escapan del control, también vinculado con las esquizofrenias); celotípicos (convicción sin fundamento real de que la pareja es infiel, relación con los alcohólicos crónicos); de ruina (la persona siente que está en un límite insoportable de pobreza, aparece en depresiones muy severas); de culpa (el sujeto se siente miserable y culpable de todos los males que le han ocurrido a él y a su familia, también en depresiones severas); megalomaníaco (siente que se posee una gran fortuna y que ocupa un puesto socialmente influyente); hipocondríaco (experimentación de extrañas sensaciones  corporales, incluso pueden llegar a decir que están muertos) y delirio erotomaníaco, en el que el sujeto enfermo se siente amado por una persona famosa. Es este el tipo de delirio que ocupa el análisis de nuestro post: Lorena, una joven corriente, y Paco González, uno de los periodistas deportivos más influyentes de España (director de uno de los programas deportivos con mayor número de oyentes Tiempo de Juego -y antes en Carrusel Deportivo-; también es presentador de varios programas y acontecimientos de gran relevancia deportiva).
No era amor, sino obsesión lo que Lorena sentía por el locutor. Una obsesión enfermiza, y que ahora deberán analizar los profesionales, tan enfermiza que le hizo interpretar que para que su relación amorosa (ficticia) continuase debía desplazar a las personas que interferían en ella, en este caso a la mujer de González.
Penalmente, Lorena y su cómplice están acusados de asesinato en grado de tentativa (7,5 años de prisión), con un posible agravante por disfraz y es que en el momento del ataque los agresores iban con el rostro cubierto con un pasamontañas y unas grandes gafas negras. Dijeron a su víctima: “Te voy a matar”.
La autora de este texto es Ana Quevedo. Leer artículo completo en loquepasaporlamente.wordpress.com.