La peculiar manera de escribir de Juan Ramón Jiménez

Jueves, 4 de diciembre de 2014 | e6d.es
• El genial escritor abogaba por la simplificación de la ortografía

En el siguiente texto aparecido en la revista ‘Universidad’, en Puerto Rico, se reflejan las ideas juanramonianas sobre la ortografía. Esta actitud no es un mero capricho del autor; abogaba por la simplificación de la ortografía. Opiniones similares se mantienen aún vigentes en algunos autores actuales. Se puede recordar, por ejemplo, la polémica desatada por Gabriel García Márquez en el Congreso de la Lengua Española en 1997. En su discurso llegó a decir: ‘Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna’. ¡Cuántos alumnos estaréis de acuerdo!
 
“Mis ideas ortográficas”
“Se me pide que escriba algo en ‘Universidad’ sobre mis ideas ortográficas; o mejor dicho, se me pide que esplique por qué escribo yo con jota las palabras en “ge”, “gi”; por qué suprimo las “b”, las “p”, etc., en palabras como “oscuro”, “setiembre”, etc., por qué uso “s” en vez de “x” en palabras como “excelentísimo”, etc.
Primero, por amor a la sencillez, a la simplificación en este caso, por odio a lo inútil. Luego, porque creo que se debe escribir como se habla, y no hablar, en ningún caso, como se escribe. Después, por antipatía a lo pedante. ¿Qué necesidad hay de poner una diéresis en la “u” para escribir “vergüenza”? Nadie dice “excelentísimo” ni “séptima”, ni “transatlántico”, ni “obstáculo”, etc. Antiguamente la esclamación “Oh” se escribía sin “h”, como yo la escribo hoy, y “hombre” también. ¿Ya para qué necesita “hombre” la “h”; ni otra, “hembra”? ¿Le añade algo esa “h” a la mujer o al hombre? Además, en Andalucía la jota se refuerza mucho y yo soy andaluz. [...]
En mi casa de Moguer había un hermoso “Diccionario de Autoridades de la Academia Española”, en dos grandes tomos (...) que era un tesoro para mí. En él lo encontraba todo fatalmente y mejor que en ningún otro libro; todo conciso y suficiente. Era un modelo de enciclopedia. Desde niño me acostumbré a leer con j y s... También tenía mi padre, entre sus libros heredados de su hermano Eustaquio que murió en Francia, una edición de Larra (París, etc.) que yo me apropié desde mis 15 años, y en ella se usaba la misma ortografía que en el diccionario. A mí me parecía aquello tan natural, aquella ortografía se acomodaba tan bien a la prosodia moguereña, que no vacilé en aceptarla como buena. Al principio no la usaba en mis libros porque yo no tenía autoridad para imponerlo en las imprentas: los regentes no me hacían caso o protestaban indignados (...). Pero me acostumbré a ello tanto que luego fue imposible y casi desagradable lo otro. Por fin me decidí a usarla en Washington en 1949 (...) en mis “Poesías escojidas” (New York, etc.). Cuánta tontería se escribió sobre ello. E. Dic. dijo que un libro de poesías no era apropiado. Yo contesté que sí”. Leer artículo completo y ver hilo de debate en rutaliterariasenorio.blogspot.com.