La falsa “grandeza” del fútbol y el tráfico de menores

Sábado, 20 de abril de 2013 | e6d.es
• En el negocio del fútbol nadie sabe, nadie contesta, todos disimulan, ponen el cazo y a manejar a los futbolistas como si de ganado se tratara

Leo hoy en “El País Semanal” un buen artículo de Javier Molina en el que, basándose en el próximo estreno de la película “Diamantes negros”, trata el tema del tráfico de menores por parte de los cazatalentos de futbolistas, sean profesionales licenciados o intrusos, que haberlos ‘haylos’ y muchos más que los cualificados.
Quien siga mis artículos de fútbol habrá leído más de una vez la apostilla que suelo poner al final de muchos de ellos; dice así: “Fui Agente de Jugadores licenciado por la RFEF durante 11 años. Sentí vergüenza muchas veces por ejercer esta profesión y le pedí a la federación que retirara mi licencia. Hoy, soy feliz, vuelvo a disfrutar de este gran deporte”.
Quien haya andado entre las bambalinas del fútbol habrá comprobado que a menudo se está hablando de “grandeza” -buenos coches, viajes, dinero, fama, ropa cara, joyas, yates…- y no de trabajo y sacrificio, aunque muchos de los que alardean de esa “grandeza” tengan la cuenta corriente más seca que la mojama y deban el Mercedes con el que llegan a los campos de fútbol.
Es fácil hablarle a un padre de un joven futbolista o a un menor africano de “grandeza”, tan sólo hay que ser un buen embaucador. Lo he visto muchas veces, como he visto a piratas cazatalentos albergar en pisos viejos a veinte chavales africanos que iban dejando en lotes de tres en las aceras de campos de fútbol. En una ocasión estuve con tres juveniles senegaleses sentados en la calle, apoyada la espalda en la misma pared del estadio, desde las 15:00 horas, a la espera de que empezara el entrenamiento ¡cinco horas después!
La FIFA prohíbe fichar a menores de 18 años, pero en el negocio del fútbol nadie sabe, nadie contesta, todos disimulan, ponen el cazo y a manejar a los futbolistas, menores y mayorcitos, como si de ganado se tratara. Los que valoran el componente humano de la profesión de agentes de jugadores no tienen espacio en esta selva. Que me perdonen los pocos profesionales honrados que hay por si he dado a entender que todos están en el mismo saco, no era mi intención.
Ramón Alfil
 
* Fui Agente de Jugadores licenciado por la RFEF durante 11 años. Sentí vergüenza muchas veces por ejercer esta profesión y le pedí a la federación que retirara mi licencia. Hoy, soy feliz, vuelvo a disfrutar de este gran deporte. Ramón Alfil.
 

Trailer de “Diamantes negros"