La batalla de Belgrado

Viernes, 2 de mayo de 2014 | e6d.es
• Clasificación para la Copa Mundial de Fútbol de 1978 | Yugoslavia, 0 - España, 1



Quizá no me crean los más jóvenes, pero hubo un tiempo en que la selección española de fútbol no ganaba nunca. Por no ganar ,no ganaba siquiera el derecho a participar en las fases finales de Campeonatos internacionales. España no fue capaz de clasificarse ni para una sola Eurocopa, ni para un solo Mundial en toda la década de los setenta, si exceptuamos el de Argentina 1978.
España no entraba en un Mundial desde Inglaterra 1966 y el desánimo en la selección y en la afición era más que evidente.”La Roja” era un equipo varios escalones por debajo de Italia, Holanda o Alemania. La española era una selección del montón que solo aspiraba a ser comparsa en fases finales de Eurocopas y Mundiales….y eso cuando era capaz de clasificarse.
Por ello, el partido que enfrentó a Yugoslavia y España el 30 de Noviembre de 1977 fue tan importante para la selección española. No había en juego ningún título europeo ni mundial…simplemente estaba en liza el pase a la fase final del Mundial de Argentina 1978, lo máximo a lo que podía aspirar España por aquel entonces. El que ganara iría a Argentina; el que perdiera lo vería desde su casa.
El partido se disputó en la Yugoslavia Socialista de Tito, que concedió a sus ciudadanos aquella jornada como festivo, para que fueran a animar al equipo de fútbol de su país. Si en la actualidad los balcánicos son un público caliente, imagínense lo que debería ser en aquella época militarizada en el que el fútbol era una de las pocas válvulas de escape para la población. Con 100.000 espectadores en la grada, el “Maracaná de Belgrado” rugía desde horas antes del comienzo del partido.
Los españoles al salir a calentar al césped fueron apedreados y tuvieron que volverse a los vestuarios a toda prisa. Aquel día el calentamiento lo tuvo  que hacer España dentro de su propio vestuario. El ambiente era tan atronador que los cimientos temblaban y el hormigón armado parecía querer hablarle en serbio a los españoles. Aquello iba a ser una guerra.
A España le valía el empate o perder por un gol para clasificarse…pero sacar algo así en aquel ambiente infiernal estaba al alcance de muy pocas selecciones en el Mundo. La clara favorita para llevarse el gato al agua aquel día era Yugoslavia, que amparada por una grada enloquecida y un árbitro inglés que hacía vista gorda en las brutales entradas balcánicas, iba creciéndose e inquietando cada vez más el marco de Miguel Angel.
Pero España no se achicó. Sacó el orgullo de cuando todos te dan por derrotado y demostró a los yugoslavos que por muchas patadas que dieran, ellos no se iban a arredrar. Los yugoslavos dieron palos hasta aburrirse en aquella noche de invierno. No solo hubo patadas, sino puñetazos, codazos y tirones de pelo a los españoles. Ni así pudieron ganar los balcánicos, que acabaron sin un solo expulsado en aquel encuentro.
Para más épica, España fue capaz de derrotar a los yugoslavos en aquel infierno de Belgrado con un gol en semifallo de un argentino nacionalizado español, Rubén Cano. Era el minuto 71 y en un centro muy pasado de Cardeñosa, Rubén Cano golpea el balón con la espinilla, entrando a duras penas en el marco rival. Estoy seguro que si la hubiera enganchado con el empeine la habría sacado del Estadio. El hecho de pegarle mal,l e valió para marcar un gol. Ironías de la vida y del fútbol. Leer noticia completa en curiosidadesdefutbol.wordpress.com.