El Nottingham Forest, un caso único en la historia del fútbol

Martes, 27 de noviembre de 2012 | e6d.es
• En sólo tres años pasó de jugar en la Segunda División inglesa a ganar dos Copas de Europa

Recordado especialmente por haber logrado un ascenso meteórico, inimaginable y difícilmente repetible en la historia del fútbol mundial, el Nottingham Forest dirigido por Brian Clough es sin lugar a dudas uno de esos equipos que con los años logró transformarse en toda una leyenda.
Si temor a equivocarse, podría decirse que no existe ni existirá un caso similar al de aquel equipo legendario. Valiente, carismático y encantador. Dueño de dos Copas de Europa que obtuvo de forma consecutiva e inesperada luego de haber ascendido a la Primera División del fútbol inglés. Orientado por un autentico mito e integrado por futbolistas que con esfuerzo lograron un reconocimiento mundial, que seguramente ni ellos mismos hubieran imaginado.
Es necesario remontarse al 6 de enero de 1975 para conocer los inicios de esta increíble historia de resurrección y conquista. A mediados de una temporada 1974/75 en la que había comenzado dirigiendo al Leeds United, Brian Clough aceptó la oferta del Nottingham, en ese momento en la Segunda División, y asumió en reemplazo de Allan Brown.
Con el equipo ocupando la decimotercera ubicación, Clough no perdió el tiempo y pronto logró que el club cierre los traspasos de Jhon Mc Govern, Jhon O’Hare –a los que había dirigido en Leeds- y del experimentado defensor Frank Clark, futbolistas con los cuales el equipo recompuso un tanto su línea y logró salvarse angustiosamente del descenso a la tercera categoría.
Los registros mejoraron considerablemente y al año siguiente el Forest finalizó octavo, puesto que lo dejó lejos del ascenso que le valió de incentivo para lograr finalmente el objetivo en la temporada 1976/77.
Decisivo resultó la llegada al club de Peter Taylor, viejo asistente técnico de Clough en clubes como Hartlepool y Brighton. Juntos habían obtenido el título de Liga con el modesto Derby County la temporada 1971-72 y alcanzado las semifinales de la Copa de Europa en 1973. El tarden funcionó nuevamente y el Nottingham acabó tercero y logró el ascenso a la Football League First Division, la primera División del fútbol inglés por aquellos años.
De regreso a la elite, el equipo incorporó a Archie Gemmill, Peter Shilton, Garry Birtles y Kenny Burns, sumándolos a una base que ya contaba con futbolistas como Martin O’neill y John Robertson, ambos en venta cuando Clough llegó al club en 1975.
Juntos todos lograron congeniar de maravillas e increíblemente el equipo consiguió alzarse con el título de Liga con cuatro jornadas de antelación, aventajando en siete puntos al Liverpool de Bob Paisley -campeón reinante-, al que también venció en la final de la Carling Cup. El equipo perdió solo tres encuentros, todos en la primera vuelta, y logró permanecer un año (42 partidos) invicto en Liga (del 26 de noviembre de 1977 al 25 de noviembre de 1978). Sólo el Arsenal de “Los invencibles” pudo superarlo, veintiséis años después.
Llegaba entonces, ya en la temporada 1978/79, en la que logró revalidar su título en Carling Cup derrotando al Southampton, el momento para que el equipo hiciese su estreno oficial en la Copa de Europa, certamen que jamás había disputado y que lograría alzar de forma impensada, ya con el exquisito mediapunta Trevor Francis –primer futbolista inglés por el que se pagaron un millón de libras- entre sus filas.
Caprichoso el sorteo de aquella Copa de Europa emparejó en ronda de dieciseisavos de final al Nottingham con el Liverpool -campeón defensor-, al que contra todo pronóstico el equipo de Clough logró eliminar luego de vencerlo 2-0 en The City Ground e igualar sin goles en Anfield Road.
Posteriormente, en el camino quedaron el AEK Atenas (octavos), el Grasshopper suizo (cuartos) y aquel gran Colonia alemán que contaba, entre otros, con futbolistas de la talla de Harald Schumacher, Dieter Muller y Bernd Schuster, al que el Forest eliminó en semifinales venciéndolo 1-0 de visitante tras haber igualado 3-3 de local.
El rival en la final, disputada el 30 de mayo de 1979 en el Olímpico de Munich, fue el Malmöe sueco, equipo al que el Nottingham derrotó 1-0 con un gol de cabeza de Trevor Francis, quien paradójicamente solo pudo disputar aquella final, ya que una implementación impuesta por la UEFA le impidió participar en las rondas previas. Dos años después de haber logrado el ascenso a la Primera División del fútbol inglés, el Forest era el mejor equipo de Europa.
Moldeado de forma majestuosa, aquel era un equipo cuya base tenía en Peter Shilton, Larry Lloyd y Kenny Burns a sus principales bastiones defensivos. Ya de mitad de campo hacia delante el equilibrio estaba representado en la figura de John McGovern, símbolo y capitán, quien a su vez era muy bien secundado por el también incansable Ian Bowyer.
De tres cuartos hacia adelante, un factor de desequilibrio fundamental era el extremo izquierdo escocés John Robertson, un futbolista de condiciones realmente estupendas y que se entendía muy bien con otro gran talento, Trevor Francis. Garry Birtles y Tony Woodcock transferido al Colonia alemán luego de aquella histórica gesta en Munich, eran los puntas.
Quinto en Liga y derrotado en la final de la Carling Cup por el Wolverhampton, al año siguiente el Nottingham volvió a exhibirse en Europa. El equipo obtuvo la Supercopa europea luego de vencer al Barcelona (1-0 en la ida y 1-1 en la vuelta, en el Camp Nou) y volvió a alzarse con la Copa de Europa venciendo en la final al también histórico Hamburgo de Felix Magath y Kevin Keegan luego de haber eliminado en las rondas previas al Osters sueco, al Argeş Piteşti rumano, al Dinamo Berlin y al Ajax, en semifinales.
Recordada por la presencia un tanto escasa de público y las increíbles intervenciones de Shilton, la final se disputó el 28 de mayo en el Santiago Bernabeu y se resolvió a favor del Forest con un gol de John Robertson. Trevor Francis no fue parte de aquella contienda por estar lesionado.
Aquellos habían sido años gloriosos, pero que pronto comenzarían a dar paso a otros no tan redituables. Sin suerte en las definiciones de la Supercopa Europea y la Copa Intercontinental, la temporada 1980/81 acabó sin títulos.
Concluida la campaña 1981/82, Peter Taylor decidió dejar de ser el asistente de Clough, con el que la relación ya no era buena, y aceptó una oferta para entrenar al Derby County, club al que un año después también se sumó John Robertson. Fue el principio del fin.
Clough permaneció, pero los resultados ya no fueron los mismos. De hecho el equipo sólo logró alzarse con un nuevo título en la temporada 1988/89, signada por la tragedia de Hillsborough, obteniendo por tercera vez la Carling Cup, torneo que defendería con éxito al año siguiente.
Tras perder la final de la FA Cup frente al Tottenham en 1991 y la de la Carling Cup ante el Manchester United en 1992, el Nottingham descendió en la temporada 1992/93 y Brian Clough dijo adiós luego de dieciocho largos años en los que de la nada logró hacer de aquel que pugnaba por evitar descender a la Tercera División del fútbol inglés, un equipo místico. Al que aún hoy se recuerda por haber sido el primero que amó el balón en tierras británicas. Leer noticia y ver hilo de debate en su fuente original: muyfutbol.com.