El misterio del verdadero Indiana Jones

Martes, 28 de marzo de 2017 | e6d.es
• Vendyl Jones, un excéntrico arqueólogo judío que ha pasado toda su vida excavando en los desiertos de Israel buscando el Arca de la Alianza y nunca ha encontrado nada

A lo largo de los años muchos han sido las personas que han sido apuntadas como el origen del personaje que creó George Lucas. Parece que, existía una trama para ocultar al héroe, que dio origen al arqueólogo de ficción.
Cuando lo vi en la pequeña pantalla lo tuve claro, esta era el hombre que más se ajustaba a mi mito. Lo savia, antes incluso de comenzar a investigar su vida. Finalmente lo he encontrado. No era el primero en relacionar a esta persona con el personaje del sombreo y el látigo. Meses después sabría que un autor americano de novelas ya había hecho esta suposición.
Mágicamente las piezas encajaban una a una sin el menor esfuerzo. Estaba acostumbrado, no era la primera vez que me pasaba.
Originariamente el aventurero del sombrero y el látigo se iba a llamar Indiana Smith. Tras hablarle de la idea a su amigo Steven Spielberg , este le habló de Vendyl Jones un excéntrico arqueólogo judío que ha pasado toda su vida excavando en los desiertos de Israel buscando el Arca de la Alianza y nunca ha encontrado nada.
Muchos creen que esta persona es la que se esconde bajo el sombrero, pero hay que recordar que la inspiración para crear a este personaje la tuvo Geroge Lucas muchos años antes de conocer a Spielberg. Así el aventurero se llamó Indiana Jones, pero esta no es la persona que más se ajusta al perfil de este mítico icono cinematográfico.

Vendil Jones
Este arqueólogo de ficción se asemeja al modelo de aquellos pioneros y aventureros que a principios del siglo XX comenzaron a estudiar el pasado. Entre ellos se encontrarían Mitchell-Hedges, el descubridor de las calaveras de cristal. A este modelo también se ajustaría Hiram Bingham, que dio a conocer al mundo la ciudad perdida de los Incas, el Machu Pichu. Algo de ellos podemos ver en las aventuras del héroe cinematográfico.

Mitchell Hedges
Cuando preguntan a Gerge Lucas directamente sobre el tema, él responde que se basó para crear el personaje en Percival Harrison Fawcett. Este explorador ingles participó en la primera guerra mundial, no en la segunda como “Indi”. Percival desapareció buscando una legendaria ciudad perdida en la selva amazónica. Pero nunca dio clases en ninguna universidad, como el personaje del látigo y el sombrero.

Percival Harrison Fawcett
Pero había una persona a la que el personaje se ajustaba como ninguna otra. Para conocer al hombre, cuya vida, es sin duda digna de llevarse a la pantalla, tenemos que retroceder al año 1963, cuando un joven estudiante de antropología en el  “Modesto Junir College” de California, conoció la vida del profesor de historia del arte que impartía clases en la cercana Universidad de Berkley. El creador de “la Guerra de las galaxias” pudo conocer a la persona que, décadas después, le llevaría a  escribir y producir sus aventuras. Antes incluso de la saga galáctica, este personaje estaba en la imaginación del director.
Se trataba de Walter W. Horn. Este erudito medievalista en su juventud estuvo  al mando de general Patton. Durante la segunda guerra mundial fue un agente de inteligencia con una misión, encontrar los tesoros arqueológicos que los nazis habían robado de toda Europa. En 1945 este oficial del ejército americano fue el héroe que consiguió recuperar el tesoro de Carlomagno y la lanza del destino que Hitler había escondido en un bunker secreto bajo el castillo de Kaiserburg en Nuremberg. La fascinación de Hitler por los tesoros del imperio Romano Germánico rozaba la locura.
Gracias a sus investigaciones se consiguió localizar un gigantesco bunker excavado en la roca bajo este castillo. Cuando los aliados consiguieron entrar en ese gigantesco laberinto lo encontraron lleno de obras de arte procedentes del saqueo de toda Europa.
Pero faltaban las piezas más legendarias. Como nos cuenta el autor Sidney Kirkpatrick el joven historiador, de origen alemán, tuvo que quitarse el uniforme y ponerse la ropa de civil. Algunos dicen que eligió un sombrero de ala ancha para que ninguno de los francotiradores que se escondía entre las ruinas de Nuremberg pudiese reconocerlo.
Finalmente consiguió dar con el lugar, donde se habían llevado las piezas de oro. Tras tirar un muro del edificio de la cancillería apareció un montón de cajas y en su interior el tesoro. El joven capitán Walter impidió que estos objetos desapareciesen debido a los bombardeos aliados o destruidos por los desesperados Nazis ,que veían como el final de su reinado tocaba a su fin.
Hasta la tercera película de la saga no conocemos el verdadero nombre de Indiana, que era el nombre del perro de Geroge Lucas y “Jones” el apellido que le hizo cambiar el director de la película Estiven Spilverg. El personaje que interpreta su padre en la tercera película de la saga, le recrimina que se siga llamando así. Es así como, de boca del actor Sean Connery, que conocemos como se llama.
El arqueólogo de ficción se llamaba Henri Walthon jones. Jr un guiño inequívoco al profesor Walter Horn. Como en la realidad, en la ficción parece que se quiere ocultar el nombre del protagonista.
W. Horn había nacido en Alemania y tuvo que huir para no ser reclutado por los S.S nazis para formar parte de un selecto grupo de eruditos. Estos hombres estaban destinados a cambiar la historia de Alemania y poder justificar académicamente, la supremacía de la raza Aria. Esta institución se llamaba la Ahnernebe . En ella se reunía a una mezcla de ocultistas, historiadores y fanáticos. Tras exiliarse a Italia encontró refugio en los EEUU y allí trabajo como profesor de historia del arte hasta que los americanos entraron en la Segunda guerra Mundial. Entonces no dudo en alistarse. Su perfecto alemán y sus conocimientos de historia del arte, fueron bien aprovechados.
Oficialmente, era un simple traductor, pero es fácil imaginar que su verdadera función fuese la de  espía. Un agente encargado de descubrir dónde los Alemanes habían escondido las joyas y reliquias que habían robado. Los altos mandos del partido Nacional Socialista pretendían tener cerca de ellos esas reliquias, con la intención de impregnarse de sus poderes mágicos y místicos. En concreto, de la lanza de Longinos se decía que quien la poseyese nunca perdería ninguna batalla. El propio general Patton se la quiso quedar. Incluso, algunos dicen que la original se encuentra en Los Ángeles y que la que hoy se expone en Austria en una copia.
Tras la contienda mundial Walther Horn, al igual que Indian Jones, se dedicó a dar clases en la universidad. En ocasiones, como el personaje de ficción, eran requeridos sus servicios para ir a rescatar las obras de arte que los nazis habían acumulado durante su reinado del terror. Tras la segunda guerra mundial, aparecían por todo el mundo en  la huida de los jerarcas Nazis.
Pese a su arrojo y valor, el profesor Horn fue acusado de actividades anti-americanas por el senador Joseph Raymond McCarthy. La caza de brujas que se desató entre 1950 y 1956 dañó profundamente la carrera del profesor de historia.
Una vez descodificado quien era el personaje del intrépido héroe podemos identificar al villano de “En busca del Arca Perdida”.
Si recordáis en la película aparece un personaje excéntrico y de voz chillona que al final del film es destruido por los rayos que salen del interior del arca.
Este amanerado  y esperpéntico nazi está inspirado en la figura de Otto Run. Este siniestro personaje era un homosexual de ascendencia judía que fue reclutado por las SS para buscar el santo Grial.
Este individuo desde hacía años había gastado todo su tiempo y dinero pensando que el grial del que se hablaba en Parsifal perteneció a los cataros y estos lo escondieron en los alrededores de Mont Segur. Cuando se le acababan las opciones en la búsqueda de este quimérico objeto de poder  recibió una llamada de Hery Himler.
El segundo hombre más poderoso de la Alemania Nazi estaba al tanto de sus investigaciones y le propuso  que se incorporase a las S.S. para así poder seguir buscando su ansiada copa. Finalmente Otto Rahn tras no encontrar nada se suicidó. El fracaso en la búsqueda del Grial unido a la presión de ocultar sus orígenes y su verdadera sexualidad fue demasiado para el desdichado personaje. Esta búsqueda sería también recreada en la película Indiana Jones y la última Cruzada.

Por un momento imaginaros la escena:
En el verano de 1981, en la soleada California, un anciano de 73 años acompaño a sus nietos fue a ver el estreno de una película de Hollywood.
Aquel profesor de historia del arte ya jubilado, vio reflejada en la pantalla la parte más gloriosa de su juventud. Los años que paso recorriendo Europa rescatando los tesoros de las manos de personas que nunca los debieron poseer.
Sin duda el anciano, pese a lo exagerado y fantasioso del film, se pudo reconocer en ese tonto personaje que interpretaba Harrison Ford. Quizás para proteger su intimidad, George Lucas nunca ha afirmado que esta persona fue su inspiración para tan icónico personaje. Las similitudes están ahí. La posibilidad de que se conociesen, en los años en los que George Lucas estudiaba en el “Modesto Junior College” es muy grande. En ese colegio el futuro director estudió  materias como, antropología, sociología y literatura, entre muchas otras.
El hombre del látigo y el sombrero debía tener un alter-ego real que estuviese su altura y, sin duda alguna, Walther W. Horn lo és.
Sergio Solsona
 
* Sergio Solsona es colaborador de El Seis Doble. Su espacio, aquí.
* Sergio Solsona es autor del blog "Maestrazgo templario".