De cómo el mercurio se convirtió en un problema ambiental en el mundo

Domingo, 16 de noviembre de 2014 | e6d.es
• Con el tiempo, el elemento se concentra en organismos individuales luego de la contaminación de su ambiente cercano

Durante mi niñez pasé muchos momentos entretenidos jugando a pasar algunas gotas de mercurio entre mis manos mientras esperaba que mi padre, un dentista, terminara de atender a su último paciente del día.
El elemento que responde al símbolo Hg en la tabla periódica (del griego hydrargyros, o "plata líquida") sigue siendo ampliamente utilizado en empastes dentales, en forma de amalgama con otros metales. También se emplea en otros campos como la medicina, la industrialización del cloro, los plásticos, las luces compactas fluorescentes y la producción de oro.
Tuvo que ocurrir una gran calamidad para que la sociedad tomara consciencia sobre los peligros para la salud que produce el uso indiscriminado del mercurio. En 1956, en una remota aldea de pescadores de Japón, donde una planta química había estado vertiendo -durante décadas- grandes cantidades de mercurio en la bahía de Minamata, el envenenamiento a gran escala de personas y animales atrajo la atención del público en general.
El mercurio se bioacumula en el medio ambiente mediante la ingesta de alimentos y agua. Con el tiempo, el elemento se concentra en organismos individuales luego de la contaminación de su ambiente cercano. Descrita como la enfermedad de Minamata, esta severa forma de envenenamiento por mercurio es un síndrome neurológico debilitante causado por el consumo de organismos marinos fuertemente contaminados.
Dado que se vaporiza fácilmente, el mercurio puede transportarse por el aire y viajar enormes distancias, lejos de la fuente de emisión original. Debido al volumen significativo de mercurio que se emite como subproducto de procesos industriales, tales como la quema de carbón, la producción de metales y cemento, hoy en día se pueden encontrar rastros de mercurio en los lugares más remotos del planeta, contaminando el aire que respiramos y los alimentos que ingerimos.
La minería aurífera a pequeña escala es actualmente la mayor fuente de contaminación de mercurio lanzado al medio ambiente: es responsable del 37% de todas las emisiones mundiales. El mercurio disuelve fácilmente el oro hasta convertirlo en una amalgama, y como tal, es utilizado para extraer el metal precioso del mineral y sedimentos auríferos. Cuando los mineros calientan esta amalgama, el mercurio se evapora, dejando atrás oro puro. Este proceso es empleado diariamente por cientos de miles de mineros a pequeña escala en países en desarrollo, poniendo en riesgo sus vidas y contaminando ríos y arroyos.