Cuatro papas españoles con pontificados entre luces y sombras

Jueves, 7 de marzo de 2013 | e6d.es
• En algunos casos el pontificado fue ‘limpio’ y en otros estuvo marcado por las intrigas políticas, eclesiásticas y las sospechas de envenenamiento

Cuatro españoles llegaron a sentarse en la silla de Pedro -Dámaso I, Calixto III, Alejandro VI y Benedicto XIII- y aunque en algunos casos el pontificado fue ‘limpio’ y ‘sin ningún escándalo’ en otros estuvo marcado por las intrigas políticas y eclesiásticas y las sospechas de envenenamiento.
Tres de ellos estuvieron, además, estrechamente vinculados a la Comunitat Valenciana, ya que Calixto III y Alejandro VI nacieron en la provincia de Valencia, mientras que Benedicto XIII, considerado como el ‘anti papa’ por haber sido elegido papa en Aviñón (Francia) durante el Cisma de Occidente que dividió a la Iglesia a finales del siglo XIV, murió en Peñíscola (Castellón).
Según ha explicado el profesor de Historia de la Iglesia de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia, Miguel Navarro, la elección de estos papas estuvo marcada por una época ‘muy condicionada por la política’.
De los más de 260 papas que ha habido en la historia, el primero de origen español fue el gallego Damaso I, que accedió a la silla de Pedro tras la muerte del papa Liberio en octubre del año 366, cuando tenía 62 años, y estuvo en ella hasta el 384.
Según Miguel Navarro, aunque Dámaso I está considerado como el primer papa nacido en España, su origen español ‘fue muy cuestionado’ y hasta llegó a decirse que había nacido en Roma.
Dámaso I, el único papa de origen español que ha sido santificado, reivindicó y consolidó durante su papado la primacía de la iglesia romana sobre las demás iglesias y luchó contra las herejías que atacaban el dogma.
Pasaron más de mil años para que España tuviera un nuevo representante papal, Calixto III, nacido en Canals (Valencia) el 31 de diciembre del año 1378 y cuyo pontificado abarcó desde 1455 a 1458, año en el que falleció en Roma.
Respecto a este papa, Miguel Navarro ha destacado que el pontificado de este ‘gran jurista’ fue corto en el tiempo pero ‘limpio y sin ningún escándalo’ y estuvo ‘entregado a la cuestión de la cruzada contra los turcos’.
Veinticuatro años después de la muerte de Calixto III se sentó en la silla de Pedro en el Vaticano otro valenciano, Alejandro VI, sobrino de Calixto III y que fue papa del año 1492 al 1503, año en el que falleció en Roma.
Rodrigo de Borja (o Borgia), que así se llamaba, nació en Xátiva (Valencia) el 1 de enero de 1432 y, según el profesor de la Historia de la Iglesia, llegó a ser papa ‘comprando las voluntades de los cardenales con sus inmensos bienes’.
‘Su pontificado estuvo muy marcado por intrigas políticas y escándalos de su persona’, ha asegurado el profesor de Historia de la Iglesia, quien no obstante ha destacado que se han ‘exagerado muchos aspectos. No fue un papa virtuoso pero tampoco el demoniaco en el que lo han querido convertir’.
A su juicio, sobre Alejandro VI, el papa más universalmente conocido, se ha creado una leyenda negra exagerada que ha dado origen a películas, óperas o piezas musicales de teatro.
Según Miguel Navarro, el hecho de ser español y de concitarse odios ‘le valió una leyenda negra muy novelesca’, pero ha subrayado que fue buena su ‘política de centralización e internacional’.
Además, según ha agregado, ‘también llevó a cabo un importante mecenazgo artístico en Roma y alrededores, no solo en las artes plásticas sino también en la construcción de fortificaciones’, una de las cuelas fue construida por su hijo Cesar Borgia con diseños de Leonardo Da Vinci.
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