Cocinar pescados al microondas o hervidos reduce el nivel de ciertas toxinas

Jueves, 31 de enero de 2013 | e6d.es
• Los efectos adversos de una ingesta continuada de estas toxinas se asocian a un incremento de enfermedades hepáticas

Procesar los alimentos también tiene sus ventajas. Al menos así lo afirma un nuevo estudio que revela cómo cocinar pescados de agua dulce al microondas o cocidos reduce los niveles de ciertas toxinas presentes en sus músculos. Las conclusiones han sido publicadas en la revista 'Food and Chemical Toxicology'.
Investigadores de la Universidad de Sevilla han demostrado que cocinar pescados de agua dulce al microondas o cocidos reduce los niveles de ciertas toxinas presentes en sus músculos. En concreto, los científicos han analizado las microcistinas, toxinas producidas por cianobacterias que habitan en aguas de ríos y pantanos, acumuladas por animales y plantas.
Estas toxinas se acumulan en las algas o en los tejidos de los peces. “Aproximadamente, se considera que el 80% de las microcistinas que ingerimos a diario procede del agua de consumo contaminada, y el resto de los alimentos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece como Ingesta Diaria Tolerable (IDT) 0,04 microgramos al día por cada kilo de masa corporal”, precisa Ana María Cameán, investigadora principal del proyecto.
A pesar de que resultan cantidades pequeñas, los estudios demuestran los efectos adversos de una ingesta continuada de estas toxinas que se asocian, fundamentalmente, a un incremento de enfermedades hepáticas. De ahí que los autores se interesaran sobre los efectos que tendrían ciertos procesos de cocinado en estos tóxicos.
Las conclusiones del estudio, publicadas en la revista Food and Chemical Toxicology, apuntan al hervido y al cocinado en microondas como buenas prácticas para liberar las toxinas presentes en los pescados de agua dulce antes de ingerirlos. En concreto, estos métodos reducen los niveles de microcistinas entre un 25% y un 50%. “Pueden ser considerados como métodos efectivos para el control de estas toxinas en el pescado destinado al consumo humano”, asevera la investigadora.
Aunque ambos procesos reducen las microcistinas, cada cual actúa de una forma sobre ellas. Mientras que el horno microondas destruye en parte estas toxinas, en el hervido pasan al agua. “La detección de estas toxinas en el agua sugiere que hay riesgo en usar el agua en la que se hierve el pescado para hacer sopas, por ejemplo”, precisa. Leer noticia completa en agenciasinc.es.