Astrónomos valencianos descubren los primeros relámpagos desde un agujero negro

Martes, 11 de noviembre de 2014 | e6d.es
• En el centro de la galaxia IC 310 se ha producido una fuerte erupción de rayos gamma que fue detectada por el telescopio MAGIC en la isla de La Palma

Un grupo internacional de investigadores, con participación del Observatori Astronòmic de la Universitat de València, ha descubierto los primeros relámpagos desde un agujero negro a partir de la erupción con las variaciones de brillo más potentes en un objeto extragaláctico nunca observadas hasta la actualidad. Según la investigación, publicada en la «revista Science», se trata de flashes de una duración de solo cinco minutos. Es un fortísimo fenómeno de rayos gamma en la galaxia IC 310. La radiogalaxia IC 310 en la constelación de Perseo está a una distancia de 260 millones de años luz de la tierra. Los astrónomos creen que su centro alberga un agujero negro supermasivo. En el centro de esta galaxia se ha producido una fuerte erupción de rayos gamma que fue detectada por el telescopio MAGIC en la isla de La Palma, con imágenes complementarias de la red europea de interferometría EVN. Los investigadores observaron con sorpresa variaciones en la radiación procedente del corazón de la galaxia IC 310 en escalas de tiempo de cinco minutos. «El horizonte de sucesos del agujero negro -la superficie del espacio-tiempo a partir de la cual nada puede escapar del agujero negro, siquiera la luz- es tres veces mayor que la distancia entre la Tierra y el sol, esto es, 450 millones de kilómetros. La luz necesita 25 minutos para recorrer esta distancia», detalla a «alphagalileo.org» Eduardo Ros, investigador del Max Planck de Radioastronomía y la Universitat de València, uno de los autores del trabajo.
La superficie de un objeto no puede cambiar su brillo al completo en un tiempo menor al que necesita la luz para atravesarla. Por tanto, la región de la que proceden estos rayos gamma ha de ser menor, incluso que el horizonte de sucesos del agujero negro, según los investigadores. Esto implica que los astrónomos han conseguido observar la galaxia IC 310 todavía en mayor detalle que el tamaño del agujero negro central. Además, se abre la incógnita para saber qué está ocurriendo en la trampa gravitatoria que ha tendido ese objeto en el espacio. Los agujeros negros en el centro de las galaxias tienen una masa de entre un millón y varios miles de millones de veces la masa de nuestro sol. La materia en caída hacia estos objetos es capaz de producir enormes destellos de luz en todos los rangos del espectro electromagnético. Estos núcleos activos de galaxia producen los llamados jets, en los cuales se expele materia a velocidades cercanas a la de la luz, que sale despedida hacia el espacio exterior a la propia galaxia. Mediante métodos radioastronómicos es posible obtener imágenes de estos jets con un detalle único en astrofísica, un área de investigación en que destacan el Departament d’Astronomia i Astrofísica y el Observatori Astronòmic de la Universitat de València. Leer noticia completa en abc.es