Andrea Motis, la niña prodigio del jazz

Domingo, 4 de noviembre de 2012 | e6d.es
• “La Motis es un sueño, una posibilidad... La de cantar como los ángeles y soplar trompeta y saxo por igual”
Por suerte, la Motis, suspira el titular de la columna de Francesc-Marc Álvaro publicada en la edición del 7 de noviembre del diario ‘La Vanguardia’, periódico de Barcelona. Es la página 17, sección ‘Política’ y, sin embargo, aparecen palabras como ‘Jazz’, mencionados músicos como Joan Chamorro e Ignasi Terraza o formaciones como la Sant Andreu Jazz Band dentro de un texto que incluye a su vez instituciones como la Assemblea de Catalunya, políticos como Rajoy o Maragall o textos legales en permanente litigio como el Estatut d´Autonomia. ¿Y la Motis? La Motis sobrevuela candorosa por encima de tan espinosos y ásperos asuntos de la cotidiana trifulca política de este país como una de esas escasas flores de luz. Una luz brillando en tan oscuro panorama, ese es el juego literario del columnista. Un contrapeso de belleza (la musical) frente a tanta fealdad (la política). Pero, ¿quién es la Motis? ¿Qué don, luz, virtud… posee la Motis para servir al columnista ese juego de contrastes?
¡Ay la Motis! La Motis es un sueño, una posibilidad. La de cantar como los ángeles y soplar trompeta y saxo por igual. ¡Asómbrense! Me viene a la memoria Ira Sullivan, trompetista y saxofonista realmente solvente, aunque no recuerdo que añadiera a su repertorio el cante. ¿Caso único? No pondría la mano en el fuego pero lo de la Motis tiene que ser, al menos, infrecuente. Así que bien merece el asombro pero, ¿hasta el punto de que el columnista busque en la Motis el alcohol del olvido de la realidad cotidiana y del despertar de los sentidos dormidos que perciben la belleza? No están los tiempos como para hacer despreciar la belleza que - ya lo recordaba Ramón Trecet al final de sus ya acallados y radiofónicos Diálogos 3 - es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo (frase que inspiró el malogrado cantante Phil Ochs). Así que esta flor de luz tiene forma de mujer que toca el saxofón, la trompeta y canta. Esperen, ¿he dicho mujer? Sí, claro, el nombre Andrea es femenino, Andrea Motis. Y técnicamente con dieciséis años una persona del sexo femenino ya es toda una mujer, aunque nuestras abuelas utilicen esa expresión precisamente para subrayar que, aunque muy creciditas, todavía forman parte del universo adolescente. Esperen de nuevo, ¿dieciséis años? ¡Madre mía! Pero, ¿de qué estamos hablando?
Descubrí a Andrea Motis la semana pasada. Conversaba con un colega de reflexiones jazzísticas que dejó caer su nombre y justo al día siguiente el diario ‘La Vanguardia’ publicaba un artículo firmado por nada menos que su subdirector, Miquel Molina, titulado El sexo del saxofón en el que Andrea Motis servía de nuevo de ejemplar contrapunto. Esta vez Andrea Motis es esa juventud que progresa, a pesar de la educación pública y de lo acomodaticios que se están volviendo por culpa de las nuevas tecnologías los jóvenes en el imaginario social. Andrea Motis, como luz en la oscuridad política; Andrea Motis, como paradigma de juventud brillante en medio de la mediocridad reinante; Andrea Motis, ¿como paradigma de músico de Jazz? Busqué rápidamente en la red algo que llevarme a las orejas y lo primero que encontré fue una actuación de Andrea Motis en el programa Buenafuente de La Sexta. ¿Y? ¿Qué te pareció? ¿Te gustó? ¿Era para tanto? Carlos Pérez Cruz. Leer artículo completo en elclubdejazz.com.