Amazonas, una odisea brasileña de Sebastião Salgado

Viernes, 24 de octubre de 2014 | e6d.es
• Mientras preparaba su proyecto ‘Génesis’encontró a la tribu de los awá en la remota Amazonia

Conozco la obra de Sebastião Salgado desde hace casi veinticinco años, desde que compré dos fotografías suyas en una galería de arte de Los Ángeles, hace ya bastante tiempo. Aquellas dos imágenes me transmitieron algo y me emocionaron muchísimo. Fue entonces cuando por primera vez leí conscientemente el nombre de Sebastião Salgado en la parte posterior de las fotos. A continuación las enmarqué, y desde ese momento están colgadas detrás de mi escritorio de trabajo y me acompañan cada vez que viajo de ciudad en ciudad. El recuerdo de aquellas fotografías me llevó poco tiempo después a visitar su exposición Trabajadores. Desde entonces me convertí en un admirador incondicional de la obra de Sebastião. Unos años más tarde visité la muestra Éxodos y compré una colección completa de sus libros de fotografías.
Sin embargo, no le conocí en persona hasta hace cinco o seis años, cuando nos encontramos en su oficina de París (que, por cierto, estaba a la vuelta de la esquina de donde había vivido durante años, así que fácilmente podíamos haber coincidido en la tienda de comestibles). Me enseñó su estudio y pude observar de un vistazo las imágenes de Génesis. Un proyecto que aún estaba a mitad de camino, pero este nuevo trabajo ya parecía increíblemente interesante y, al igual que sus anteriores producciones, estaba previsto a largo plazo. Había dedicado hasta diez años para hacer las fotografías de algunas de sus series. Y había planeado terminar esta última en ocho. Me fascinaron su dedicación y su determinación. Una semana después nos volvimos a encontrar. Descubrimos nuestra común pasión por el fútbol y nos pusimos a hablar sobre la fotografía en general. Estaba deseando conocer mi opinión sobre un asunto en el que estaba trabajando. Me preguntó si se me ocurría alguna manera para que las imágenes de Génesis pudieran verse también en la gran pantalla y no solamente en libros y revistas. Me quedé pensando en su idea durante un rato. Pero antes de que le diera una respuesta, Sebastião ya me había contado un montón de historias sobre sus numerosos viajes, y en ese momento me di cuenta de que era un gran narrador. Así que finalmente le manifesté mi acuerdo y le dije que sus fotografías se verían en el cine como si se tratase de una presentación de diapositivas, siempre y cuando algún sonido o música, y por supuesto sus relatos, las acompañara. ¡Eso sería algo completamente diferente! Leer noticia completa en elpais.com.