Algunos recuerdos - Relato literario de Eva Borondo

Miércoles, 19 de diciembre de 2012 | e6d.es
• Descalza, empezó a cantar repetidamente la parte que recordaba de una copla antigua, una que hablaba de una mujer morena y de un gitano de ojos verdes…

Supongo que era La gata sobre el tejado de Cinc, pero desde la habitación solamente podía oír los murmullos del aparato y, en la oscuridad, le llegaban intermitentes luces blancas hasta la cortina. Siguió fumando con los pies junto al cabecero y con su cuello apoyado en unos grandes cojines.
Podía recordar la película mirando la pared oscura, a través de los reflejos que radiaba la televisión y el grito de Liz Taylor a los niños “fuera, fuera, fuera” la hizo sonreír.
Se incorporó para estrujar la colilla sobre el cenicero, donde reposaban los restos de otras, y ocupó la postura más adecuada para que le fuera arrebatada la conciencia. Durmió recordando feliz la conmoción de hacía pocas horas, con Iván debajo, entre sus piernas.
El sábado despertó sobre sábanas arrugadas y aspiró el olor de Iván, alojado en la almohada. Descalza, empezó a cantar repetidamente la parte que recordaba de una copla antigua, una que hablaba de una mujer morena y de un gitano de ojos verdes.
Los olores y los colores eran más perceptibles esa mañana, pero empezaron a perder intensidad a medida que avanzaban los días y el teléfono dejó de sonar. Todo se volvió insulso y mate cuando habló con él y, tras meses de oscuridad, volvió a ver de nuevo la luz en su vida.
Entonces cogió la conmoción de Iván y la enmarcó. La colgó en la pared de los recuerdos que pocas veces solía visitar.