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 06/09/2015

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Kiran Kumar, la historia de superación de un dentista en el Hospital de Kanekal de la India

“Algunas personas piensan que si les extraen una muela se quedarán ciegos”


Cada mañana, varias decenas de pacientes desfilan por el servicio odontológico que la Fundación Vicente Ferrer (FVF) tiene en el Hospital de Kanekal. Kiran Kumar es uno de sus dentistas. De origen tribal, a sus 26 años tiene una historia de superación que contar: consiguió estudiar una carrera universitaria a base de constancia. “Para mí, esforzarse es no abandonar jamás hasta cumplir el objetivo”. Ahora trabaja en la FVF en vez de hacerlo para una consulta privada, donde tendría la posibilidad de recibir un salario más alto.
 
¿Cuáles son los problemas bucodentales más comunes?
Las caries, los dientes amarillos debido al exceso de flúor en el agua y las enfermedades periodentales. Estás últimas afectan a los tejidos que dan soporte al diente y acaban por producir su caída. Arrastramos muchas enfermedades bucales por la falta de higiene, como gingivitis o periodontitis. Soy optimista y creo que estos problemas disminuirán a medida que la gente se conciencie sobre la importancia de la salud dental.
 
¿Tiene la población local una buena higiene oral?
Por lo general, tienen muy poca higiene bucodental porque no es algo que les preocupe. Cuando los pacientes llegan a la consulta, veo una y otra vez dentaduras sin cuidar. Son muy pocos los que están concienciados sobre la importancia de unos buenos hábitos bucales, pero creo que, poco a poco, la democratización de la educación  va haciendo su trabajo y cada vez son más personas las que saben que la higiene bucal es importante para prevenir enfermedades.
 
¿Con qué te cuesta más lidiar en la consulta?
La falta de concienciación es nuestro mayor problema y las supersticiones dificultan este proceso.  Siempre explico  a los pacientes que no existe relación científicamente probada entre sus supersticiones y la realidad, pero es un cambio de mentalidad que llegará poco a poco. Por ejemplo, algunas personas piensan que sin los dientes del maxilar superior se quedarán ciegos. Nuestro mayor reto es hacer entender al paciente la importancia y necesidad de tratamiento. Convencerles es cuestión de explicárselo reiteradas veces y de diferentes formas.
 
¿Cómo es tu día a día?
A las 8:30 empiezo con el primer paciente. Trato entre 15 y 20 pacientes al día en la consulta, aunque el número está aumentando y cada vez viene más gente a la consulta. Llevo a cabo desde extracciones de dientes y muelas del juicio hasta endodoncias. También prótesis, empastes y limpiezas bucales. También voy a los pueblos para realizar diagnósticos en el terreno a personas con escasos recursos. Esos días pasan por nuestra “consulta móvil” unas 100 personas.
 
¿Cómo acabaste estudiando odontología?
Si hoy estoy aquí ha sido gracias a mis padres y a su esfuerzo. Mis padres nos enviaron a vivir a la ciudad con mi abuela para que mis dos hermanas y yo pudiésemos estudiar. Después de terminar el bachiller, me presenté al examen de acceso a la universidad, pero no lo aprobé con la nota necesaria, así que volví a intentarlo y conseguí entrar en la Facultad de Odontología, donde estudié durante cinco años becado por el Gobierno.
 
¿Qué te gustaría hacer en el futuro?
Creo que el sistema sanitario indio aún tiene mucho que mejorar. Me gustaría contribuir a mejorar las condiciones de vida de la gente. Siendo dentista estoy feliz, pero no satisfecho. Me gustaría tener un cargo de servicio público. Aunque para eso queda mucho, aún tengo que ahorrar y aprobar las oposiciones. ¡Ah! Y aprender un cuarto idioma.
 
¿Y cómo conociste la Fundación?
Mi sobrino nació en el Hospital de Bathalapalli de la FVF y lo que vi me pareció increíble. Así que puedo decir que conocí el trabajo de la Fundación de forma directa porque entendí su forma de contribuir al desarrollo. Además, tenía amigos en la universidad que estudiaban gracias a las becas de la Fundación. También me sorprendió ver que tanta gente venía desde España a ayudar a mi gente. Así que eché mi currículum.
 
¿Qué es lo que más valoras de trabajar en la FVF?
Me siento muy cómodo con la forma de trabajar de la Fundación. Nuestra metodología de trabajo es muy buena porque damos a los pacientes soluciones permanentes que acaban con el dolor, no solo medicamentos para frenarlo de forma temporal. Además, las castas bajas que no pueden pagar reciben el tratamiento gratis y el resto paga muy poco.  No me interesa el dinero, sé que solo sirve para tener cosas, no para ser feliz.
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