Abidal, antes jugador que empleado

Domingo, 2 de junio de 2013 | e6d.es
• El Barcelona decide no renovar al defensa francés, que se da dos años más como futbolista fuera del Camp Nou

La carga simbólica de los clubes se renueva con los años, incluso en el Barça, una de las instituciones que más presume de valores y de ADN futbolístico y a la que su supone una iconografía más clásica, asumida por sus seguidores y distintos directivos. Ya no solo se cambia por una cuestión comercial sino también económica, social y deportiva. No todas las juntas piensan de igual manera por más barcelonistas que sean. Ahora mismo, por ejemplo, Qatar le ha ganado espacio a Unicef, Cruyff ha dejado de ser el ideólogo para convertirse en la mosca cojonera de la directiva, los Boixos Nois han dejado de ser mal vistos y Guardiola ha sido sustituido por su segundo, Vilanova. El último activo cuya gestión ha provocado controversia por su dificultad es el de Abidal. El futbolista quiere seguir como jugador y el Barça solo le ofrecía un cargo de representación, así que el lateral deja por un tiempo el Camp Nou a los 33 años.
El Barça tuvo un comportamiento ejemplar durante la enfermedad de Abidal y le eligió como estandarte de la vida. “Si te sientes con fuerza, te esperaremos lo que haga falta. Tu lucha es nuestra fuerza”, proclamó el entrenador en agosto. “Su contrato está redactado y cuando juegue su primer partido lo firmaremos”, declaró a Rac 1 el vicepresidente deportivo, Josep Maria Bartomeu, en diciembre de 2012. El acuerdo, con duración hasta el 30 de junio de 2013, incluía la opción de ser renovado hasta 2015. El francés, al que se le trasplantó el hígado el 10 de abril de 2012 después que en marzo de 2011 se le detectara un tumor, reapareció el 6 de abril contra el Mallorca y, desde entonces, se siente futbolista profesional y no un jugador en fase de recuperación. El Barça no lo discute, pero no le extenderá una ficha, por entender que su competitividad ha disminuido, aunque nadie lo asuma con naturalidad porque supondría ir precisamente contra los intereses del jugador.
El “no” sonó a frío y cerebral, muy empresarial o institucional, frente a la sinceridad del jugador. Una cosa es el trato a la persona y otro al futbolista si es que se pueden disociar. Ambas partes afrontan por tanto el futuro inmediato por separado a la espera de reencontrarse. Así lo escenificaron en un acto muy emotivo por el poder de convocatoria y comprensión que mereció Abidal. Allí, en la sala Auditori 1899, estaban sus compañeros, los técnicos, los médicos, los fisioterapeutas, el delegado, personal del club y, en la tarima, al lado del jugador, el presidente, Sandro Rosell, y el director deportivo, Andoni Zubizarreta. El futbolista actuó de forma directa y sin rodeos: se siente futbolista. Los portavoces de la entidad entendieron en cambio que el asunto merecía más comprensión que explicaciones: el jugador tiene la puerta abierta para cuando quiera ejercer de director de las escuelas mundiales del club.
El autor de este texto es Ramón Besa. Leer artículo completo en elpais.com. Foto: elpais.com.