Valencia CF: una temporada para olvidar

Lunes, 31 de mayo de 2021 | e6d.es
• El equipo valenciano no ha estado a la altura de lo que normalmente se espera de él

Seguramente, lo único positivo que va a sacar el Valencia Club de Fútbol de que se termine LaLiga es precisamente ese: que se termina. En una temporada de dificultades no solo deportivas, sino también institucionales, el equipo valenciano no ha estado a la altura de lo que normalmente se espera de él. Y es que, hasta no hace mucho, los valencianistas lograron acabar cuartos en la competición doméstica dos años consecutivos. Aquello fue en 2018 y 2019, con un entrenador, Marcelino, que también llevó al Valencia a ganar la Copa del Rey ante el todopoderoso Barcelona.

Por razones que todavía no están demasiado claras, Marcelino abandonó (o le obligaron a abandonar) el barco valencianista y, desde entonces, ese barco no ha vuelto a navegar con la firmeza con la que lo hacía antes. Se vio esta tendencia ya en la temporada 2019/2020, en la que el Valencia acabó LaLiga en novena posición, no demasiado lejos de los puestos europeos, pero lo suficiente como para que la campaña de los valencianistas fuese tildada de desastre. Y si esos resultados fueron un desastre, los de este año lo son todavía más. 
 

 

Bordeando el descenso

Estamos hablando de que el Valencia se va a ir de vacaciones tras protagonizar una de sus peores campañas del siglo XXI, al menos en lo que respecta al campeonato liguero. Lejos quedan aquellos años de oro en los que los valencianos ganaban ligas (2001 y 2003) e incluso llegaban a finales de la Champions League. Ahora, el Valencia lucha por la nada. Y gracias, porque en determinados momentos de la presente temporada los de Mestalla han aparecido en las cuotas de fútbol como candidatos al descenso a Segunda División junto a equipos como el Granada o el Getafe. Eso hubiese sido una debacle que, por suerte para el club y sus aficionados, no ha tenido lugar. 

Pero lo que sí ha tenido lugar en las filas del Valencia es un pobre rendimiento que ha llevado al club a la irrelevancia en LaLiga, donde durante los últimos años siempre había tenido un papel protagonista. No así ha sido esta temporada, en la que los valencianos han sido un equipo irregular, apático y muy poco o nada sólido. Un ejemplo de ello es la cantidad de goles que han recibido, registro que se parece mucho al de los equipos que van a descender a Segunda División. Es más, el Valencia suma más goles en contra que el colista y ya descendido Éibar. 

 

 

Al frente de ese navío a la deriva ha estado durante toda la campaña Javi Gracia, un entrenador con experiencia en el fútbol español y con una buena trayectoria que le ha valido para ocupar los banquillos de muchos equipos de Primera División. No solo en España, también en Inglaterra, donde fue entrenador del Watford de la Premier League. El caso es que Gracia no supo nunca tocar las teclas adecuadas para hacer funcionar a su equipo. O, sencillamente, que no tenía esas teclas para hacerlo funcionar.

Puede que no las tuviera, y puede que el hecho de que el Valencia se encuentre en horas bajas en lo económico haya tenido un impacto en esa situación, que acabó con que Javi Gracia se tuviese que despedir forzosamente del club. Menos forzosamente se va a despedir el Valencia de esta temporada, pero seguro que lo hace con las ganas y la determinación de olvidar este año para concentrarse en el siguiente, donde tendrá que repensar y replantear unas cuantas cosas si no quiere volver a sufrir como lo ha hecho este año.