El caso de José Domench y Pilar Torres pone los pelos de punta. A sus 87 y 80 años, respectivamente, tienen que esperar hasta 2019 para intentar recuperar los ahorros de toda su vida, pese a que el delicado estado de salud de José, con una minusvalía auditiva y con movilidad reducida, requiere que este matrimonio de Alberic pueda disponer cuanto antes de su dinero. «Lo que han hecho es de criminales, son asesinos de las personas mayores», denuncia Pilar sin poder reprimir el llanto. «Toda la vida vistiéndonos con retales para ahorrar y que ahora nos hagan esto no tiene justificación», añade.
Pilar recuerda que en Bancaja «entraba como si fuera mi casa, porque ya éramos clientes de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Alberic», que sería absorbido en 1943 por Bancaja. «Una peseta que teníamos, una peseta que ahorrábamos», resume.
A causa de esta confianza, en la actualidad este matrimonio tiene repartidos sus ahorros en deuda subordinada (48.000 euros) y acciones de Bankia (12.000 euros), pese a que su intención era poder disponer de este dinero en el momento en el que lo necesitaran. «Me lo juraron una y mil veces», recuerda mientras pide que los jueces «hagan su trabajo» y consigan que «quien lo ha hecho, lo pague».   Leer noticia completa en Las Provincias