Un joyero de Alberic decide cerrar su negocio al ser víctima de un atraco

Viernes, 28 de junio de 2013 | e6d.es
• "Es el segundo y el último atraco; cierro la joyería porque no vale la pena"

«No se lo doy a pasar a nadie, sólo tenía ganas de que se llevaran lo que quisieran y se acabara, para mí fue una eternidad». El joyero de Alberic que el martes por la tarde sufrió un atraco en el que fue encañonado con una pistola, atado de pies y manos con bridas y agredido para que abriera la caja fuerte seguía ayer con el susto metido en el cuerpo.
Era el segundo atraco en catorce meses y asegura que no habrá un tercero, ya que ha decidido cerrar la joyería. «Lo tengo claro, conforme está el asunto, que no se vende nada, no vale la pena jugarte la vida», comentaba ayer, mientras explicaba las sucesivas patadas que recibió en un costado incluso tras entregar la llave de la caja fuerte, ya que en un primer intento los delincuentes la pusieron al revés y no la pudieron abrir.
«Como un loco me gritaba: “¡Dame la llave buena, dame la llave buena!”. Y me volvió a agredir, hasta que la sacó y la giró, después les di la combinación y me tiraron al aseo a empujones y golpes y sacaron todo lo que había dentro de la caja». No sabe el tiempo que duró el atraco ni el que transcurrió hasta que consiguió liberarse de las bridas y salir a la calle a pedir ayuda, pero no duda en repetir: «Una eternidad».
Como ayer informó Levante-EMV, José se disponía a abrir sobre las 17.30 horas la joyería ubicada en la calle Ramón y Cajal, una de las grandes vías de Alberic, cuando fue abordado por dos hombres armados, que le estaban esperando. «Acababa de levantar la persiana y cuando tiré a abrir la puerta y entrar, como todos los días, para desconectar la alarma, me pusieron una pistola en la cabeza y me empujaron hacia dentro mientras uno me pedía que le diera el código de la alarma a su compañero».
Así comenzaba ayer la víctima el relato de los peores minutos de su vida, un atraco perpetrado a cara descubierta por dos hombres que hablaban castellano «con acento extranjero» —presumiblemente una tercera persona les esperaba en la calle para facilitar la huida— y que se llevaron todo el oro de la caja fuerte. ¿El botín? «No sé, calculo que 80.000 euros, 90.000, 100.000…», indicó. Los delincuentes también se llevaron el teléfono del joyero y el ordenador donde se grababan las imágenes de las cámaras de seguridad para evitar ser identificados.

«Tranquilo o te mato»
«Me tiraron al suelo, me ataron y me taparon la cabeza con un trapo que había por allí», relató el hombre, mientras recordaba que uno de los atracadores repetía una frase intimidatoria: «Tranquilo, que te mato». «Estando boca abajo me giré para ver qué hacían, pero vino uno de ellos y me pegó tres o cuatro patadas en un costado y me volvió a decir que me estuviera quieto o me mataba». P.F. Leer noticia completa en Levante-EMV