La Junta General de PROCARSA, celebrada el pasado mes de julio, aprobó las cuentas anuales del ejercicio 2016 con un resultado negativo de 145.861,89 euros.  Estas pérdidas, acumuladas a las de ejercicios anteriores, obligan a la empresa municipal encargada de la prestación de servicios para el Ayuntamiento de Carcaixent, ha formular un plan económico-financiero que tendrá que aprobarse en el plazo máximo de dos meses desde su presentación y que tendrá que ponerse en marcha antes de que finalice este año.
La situación de la empresa es crítica, aparece en varios marcadores financieros con una disminución de solvencia, esta circunstancia ha provocado que para poder formalizar en Procarsa  una operación de crédito de 200.000 euros, se haya tenido que presentar un aval del propio Ayuntamiento, aprobado por decreto del  Alcalde.
Para el grupo municipal Units per València, el informe elaborado por la auditoria externa y el resultado del ejercicio, pone de manifiesto la pésima gestión realizada en  la empresa  por el nuevo Consejo de Administración formado mayoritariamente por concejales de Compromís, con Paco Salom de Presidente.
Hemos podido constatar durante el ejercicio 2016 y aún actualmente, entre otros, el incumplimiento de la Ley de Morosidad, la empresa supera el límite máximo de pago a proveedores y no ha cumplido con la obligación de publicar en su web esta circunstancia, ni en 2015, ni en 2016, ni en 2017, no se ha formalizado en plazo la presentación de las cuentas anuales ni del Impuesto de Sociedades, no se ha presentado el presupuesto de la sociedad en el plazo establecido ni el del ejercicio 2016, ni el del 2017, no existe un procedimiento general de contratación de personal, se han formalizado nuevas contrataciones de personal sin justificar formalmente que se trate de casos excepcionales y para cubrir  necesidades urgentes e inaplazables, la empresa incumple la obligación de publicar en su web la información obligatoria establecida en la Ley de Transparencia, no se han aprobado instrucciones que regulen los procedimientos de contratación de forma que quede garantizada la efectividad de los principios de publicidad, concurrencia y transparencia, como se puede comprobar, la gestión ha sido como poco,  deficiente, ha subrayado Calatayud.
Este resultado negativo del ejercicio 2016,  tiene consecuencias graves para la continuidad de la empresa y la sitúa al borde de la quiebra, la portavoz de Units per València,  critica la desidia de la concejal que ha tenido la delegación de la empresa municipal durante el 2015 y el 2016, Desiree Palma.
Procarsa  ha servido desde hace años de cajón de sastre, por sus múltiples actividades, que utiliza el propio Ayuntamiento, una herramienta para todo, sin los controles técnicos necesarios, lo cual ha llevado irremediablemente a operaciones “oscuras” durante mucho tiempo, en 2015 se marearon las cifras para conseguir un mínimo beneficio en la empresa e intentar demostrar que la gestión había sido positiva, lástima que el nuevo Consejo de Administración formado mayoritariamente por los concejales de Compromís, no tomara nota del asunto y  hayan seguido sin hacer nada por cambiar el rumbo de la empresa,  lo que han conseguido es empeorar su situación financiera y además,  la desidia y la pésima gestión desde que tomaron el control de Procarsa, se ha traducido en empeoramiento en las prestaciones de algunos servicios como por ejemplo, la limpieza viaria.
Explica Ana Calatayud que: “Tanto Paco Salom, como Carles Albert (Reiniciem) criticaron hace meses que nuestro grupo renunciara a nombrar un representante en el nuevo Consejo de Administración de la empresa y el resultado negativo del 2016 viene a darnos la razón, Procarsa necesita un Consejo de Administración profesional o técnico con una mínima representación política. En los últimos años hemos comprobado lo que ocurre en muchas empresas cuando los políticos quieren ejercer de gestores empresariales desde los consejos de administración”.
En su valoración de la situación actual de PROCARSA, la representante de UxV quiere remarcar  que el Alcalde es el principal responsable de esta empresa porque es una sociedad pública municipal. Es el dinero de todos los ciudadanos de Carcaixent lo que están manejando y no vamos a permitir que la incapacidad y la desidia del actual Consejo de Administración, causen un perjuicio general a los intereses municipales y ciudadanos, del reguero de errores, mala gestión y mala política detectada tendrá que dar cuenta alguien y responsabilizarse dentro de la empresa, pero también en el Ayuntamiento” señala Ana Calatayud.