El joven novillero valenciano demostró que Valencia es tierra taurina y que por sus venas corre sangre torera y salió al ruedo rematando dos faenas excelentes.
La ganadería de Guadaira fue la absoluta protagonista de la tarde de ayer con sus cuatro erales para Pascual Javier y Gómez del Pilar. Ambos, hicieron unas faenas impecables. Molinero y Notario eran para el novillero valenciano, y Sisón y Jacón para el madrileño. Cuatro novillos bravos e inquietos para una jornada con picadores que ofreció a la plaza de toros de Algemesí un espectáculo digno de ver.
Pascual Javier, seguro de sí mismo con un control frente al novillo envidiable, con pases de pecho espectaculares y una sangre fría que ya quisiera tener más de uno, se puso frente al novillo desafiándolo y a la primera estocada culminó su faena. Molinero cayó al suelo.
Lo mismo ocurrió con Notario, el valenciano no quiso desmerecer su primera faena, y en el segundo novillo lo dio todo. Verónicas impecables, pases de muleta elegantes, por detrás, de rodillas, y un público que quería más y más. A la primera estocada remató y sus dos faenas fueron excelentes. La presidenta de la jornada, Marta Trenzano, supo valorar el coraje de este joven novillero y aunque la plaza en pie lo pedía todo, la concejal socialista le obsequió con 3 orejas en total y el público quedó satisfecho.
Gómez del Pilar también realizó dos buenas faenas: Sisón y Jacón eran sus novillos y él, de grana y oro, salió al coso con valentía y decisión, pases de capote y de muleta acompañados del olé de la plaza y al ritmo de pasodoble. No pudo matar a la primera en ninguno de los dos casos pero su arte fue elogiado por todo el público. El joven novillero madrileño se fue de la plaza con dos orejas, una de cada faena y una fortísima ovación del público asistente.

Paula Pintor