Montroi abre el Museo Valenciano de la Miel durante Fivamel

Jueves, 7 de noviembre de 2013 | e6d.es
• La feria más dulce de la Comunitat alcanza su edición número 18 y estará abierta desde mañana y hasta el próximo domingo

La Feria de la miel de la Comunitat Valenciana que cada año se celebra en Montroi vuelve este otoño especialmente caluroso con su tradicional cesta de compras navideñas: turrones, licores, pasteles mielados y, como no, más de quince variedades de mieles, desde las selectas crudas de naranjo y romero, hasta las más innovadoras, como las de níspero o aguacate podrán ser degustadas desde mañana y hasta el domingo en la plaza de España de Montroi. Mieles para todos los gustos y bolsillos, sin olvidar el resto de productos elaborados a partir de la cosecha de las abejas, como el propóleo, el polen, la jalea real y la cera pura, aplicados a la salud, la cosmética, la decoración y la alimentación natural. Fivamel es una feria abierta a todos los públicos que, en esta XVIII edición, marca un hito histórico con la puesta en marcha del Museo Valenciano de la Miel, una iniciativa promovida por el Ayuntamiento, que ha cedido la gestión por diez años a la empresa Star on 45, SL, que dirige el director de Fivamel, Carles Galletero. Sala de exposición permanente, con útiles y enseres apícolas, una sala de audiovisual y una sala para exposiciones temporales completan este centro de interpretación en el que la figura más destacada es la representación alegórica desarrollada por la empresa Vicente Luna Cerveró CB, en la que un hombre de neandertal y un apicultor actual se entrecruzan trabajando con abejas, dentro de lo que constituye un salto en el tiempo de más de 25.000 años. El museo estará abierto el fin de semana de feria. Sin embargo, es la feria de la miel, con sus más de 50 expositores, su mercado artesano, y su ambiente festivo, lo que buscan los más de 50.000 visitantes. El visitante recorrer los stands con los ojos, dejándose llevar los más golosos por un camino de delicias. Para el curioso, la visita obligada pasa por el apiario en vivo, donde una colmena con 70.000 abejas, protegidas con un cristal de seguridad, siguen ritmo de trabajo. Leer noticia completa en lasprovincias.es
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