“En el Valencia CF no existe vacío de poder y se están tomando las responsabilidades igual que cuando yo era presidente. La sociedad está siendo gestionada igual que hace seis meses”. El ya ex presidente del conjunto che Manuel Llorente protagonizó en la noche de ayer la cuarta conferencia del ciclo organizado por el comité organizador del Torneo Internacional de Fútbol sub-20 que todos los años se celebra en l’Alcúdia.
El ex mandatario valencianista se mostró conciliador a pesar de que hace menos de un mes que abandonó el cargo por las fuertes presiones llegadas desde diferentes frentes y dijo estar convencido de que el equipo que dirige Ernesto Valverde estará el año que viene en la Champions League.
Llorente asistió a la localidad ribereña con el objetivo de hacer un exhaustivo repaso a su trayectoria como presidente y recibió el apoyo de una sala a rebosar de aficionados, que lo ovacionaron a la llegada y también al final,  además de mostrarle en varias ocasiones su gratitud por su paso por la entidad che. El ex presidente recibió la insignia de oro y fue nombrado miembro de honor del COTIF. Llorente mostró su orgullo por el trabajo realizado desde el consejo de administración, haciendo que la deuda del club descendiese desde los 550 millones a los 360 actuales. Las declaraciones más jugosas llegaron con su análisis de la situación actual tras su dimisión. “Observé que el escenario había cambiado y no me gustó el discurso del presidente de la fundación y varias noticias aparecidas en los medios de comunicación que hablaban de que había perdido la confianza del Consell. Tras cuatro años, decidí que era el momento de dejarlo”, declaró Llorente quien, sin embargo, se mostró poco crítico y aseguró tener la certeza de que la situación del aval de la Generalitat Valenciana se iba a solucionar y no habría problemas con los préstamos que hay que asumir en breve. “Bankia nunca nos ha dejado tirados y las personas que están ahora seguro que solucionan los problemas”, adujo. Además, confesó haber pasado ayer jueves por las instalaciones de entrenamiento del Valencia CF para transmitir a los jugadores la importancia de clasificarse para la máxima competición europea.
Sobre la afición dijo que nunca la sintió gritar tanto como cuando le pitaron a él y que el público valencianista debe entender los problemas económicos del club y que, por lo tanto, no siempre puede ser tan exigente con la entidad. “La afición siempre exige que estemos arriba pero tendría que asumir que a lo mejor no puede ser siempre así. Hay que tener paciencia con los dirigentes del club y ser conscientes de los problemas”, afirmó. Por último, consideró que las nuevas exigencias financieras aprobadas por el gobierno y la federación (con un mayor control sobre los clubes) hará descender el nivel de los equipos españoles y producirá una emigración de jugadores hacia campeonatos como el inglés o alemán.