Dicho y hecho. Jordi Mayor prometió en su discurso de investidura que sus primeras medidas como nuevo alcalde de Cullera tendrían un profundo calado social y así ha sido. En su primer día de trabajo en el consistorio, el primer edil socialista ha firmado un decreto en el que ha ordenado a los técnicos municipales que inicien el expediente para la elaboración de unas bases que sirvan para la creación de una bolsa de empleo pública, rotativa y transparente, mediante la cual puedan contratarse vecinos parados de la localidad en base a estrictos criterios profesionales y de situación económica y familiar.
De este modo, el nuevo primer edil hace efectiva su promesa de poner fin al clientelismo político que hasta ahora había supuesto el reparto del escaso trabajo del consistorio entre afines a determinadas siglas. «Hoy hemos decretado el fin del enchufismo y de una política indecente e impropia de un municipio como Cullera que quiere dejar atrás el caciquismo para garantizar la igualdad de oportunidades de todos los vecinos en el acceso al derecho constitucional del trabajo», ha señalado Mayor.
Jordi Mayor, quien ha desvelado con tristeza que desde que ganó las elecciones no pocos vecinos le han pedido un puesto de trabajo fruto de años de viejas costumbres y llevados por la desesperación ante la falta de políticas de empleo municipales, ha señalado que «con esta medida se acaba la vieja tradición de ir a pedir trabajo al despacho del alcalde, que algunos habían aprovechado con la idea de tejer una red clientelar que les perpetrara en el poder. Creo que hemos dado un paso hacia la normalidad que cierra una época nefasta».
Ahora, serán los técnicos municipales los que deban elaborar unas bases para la bolsa, que serán llevadas a pleno antes de que acabe el verano para que se apruebe una mesa de negociación sin presencia de cargos políticos. Este organismo será el encargado de diseñar un reglamento definitivo que regule el acceso, la baremación o la contratación. Mayor negociará con los distintos grupos políticos una propuesta de consenso.
 
Comedores escolares
Por otra parte, el presidente de la corporación municipal ha dado las pertinentes instrucciones para que a partir del próximo lunes se abra el comedor escolar del CEIP Doctor Alemany hasta finales de agosto —se trabaja ya para prolongarlo en septiembre— para servir comida a mediodía a todos los niños del municipio pertenecientes a familias en riesgo de exclusión social o que sufren la pobreza, derivados por los Servicios Sociales.
Hasta ahora, lo que se había previsto era ofrecerles una especie de «pic-nic» a las 9 de la mañana, pero el nuevo alcalde considera que es necesario que se abra el comedor y que se dote del personal necesario para poder atender como es debido a los niños y controlar su alimentación. «Darles una bolsa con comida y enviarles a casa no garantiza saber si esos niños comen bien, qué se hace con esa alimentación o si la conservación es la adecuada», ha precisado. Esta inversión se sufragará con parte del ahorro en las partidas de sueldos del aparato político.