Guerra de decibelios en Cullera

Domingo, 3 de agosto de 2014 | e6d.es
• El problema de la imposible convivencia del ocio y el descanso se enquista en la capital turística de la Ribera

Convivencia difícil. Vecinos y empresarios reclaman zonas de ocio que ayuden a promover la industria turística, mientras algunos propietarios de apartamentos exigen su derecho al descanso. Las zonas de la calle Barcelona y el Ferrobús, así como los chiringuitos, se han visto afectados por este enfrentamiento.
En Cullera hay un clamor prácticamente unánime de vecinos, empresarios y partidos políticos sobre la necesidad de contar con zonas de ocio nocturno, no sólo para el divertimento de los jóvenes, sino también para atraer la llegada de turistas. Pero cada local que se ha creado en la ciudad se ha encontrado con las quejas y las denuncias de los vecinos (turistas propietarios de un apartamento), quienes reclaman su derecho al descanso.
Lo más grave es que parece que no hay una solución a corto plazo, porque la principal alternativa era crear una nueva zona de ocio en el Manhattan (PAI de la Bega-Port) y, ahora, este plan urbanístico se ha paralizado «sine die» por falta de financiación.
El conflicto arrancó en la calle Barcelona, siguió en los alrededores del edificio Ferrobús y, recientemente, también se han visto afectados los chiringuitos de la playa. Todos los empresarios coinciden en el perjuicio económico que supone la falta de ocio nocturno. E, incluso, algunos vecinos llevan recogidas más de 300 firmas en la web Chance.org pidiendo a los turistas y fiscales que dejen funcionar a los negocios. Pepi Bohígues. Leer noticia completa y posible hilo de debate en levante-emv.com.