La incertidumbre generada por las trabas anunciadas por el Ayuntamiento de Tarragona, gobernado por el PSC, a la ejecución del tercer del tercer carril del Corredor Mediterráneo ha puesto de nuevo en alerta a los responsables de la planta de Ford en Almussafes.
El Consistorio tarraconense ha presentado un recurso ante el Ministerio de Fomento contra el trazado de la conexión ferroviaria que vuelve a generar dudas respecto a una infraestructura básica para el desarrollo económico de la Comunidad Valenciana pero especialmente vital para la planta de automóviles, que se encuentra en plena fase expansión.
De hecho, la disponibilidad de un eje de mercancías que una la fábrica con la frontera francesa resulta esencial, especialmente para la recepción de los componentes que importa para la elaboración de sus vehículos y la salida de la producción al resto de Europa, que aumentará a partir del próximo año con la llegada de tres nuevos modelos.
Ford calcula que el Corredor Mediterráneo supondría un ahorro por vehículo de 215 euros, lo que supondría cerca de 115 millones de euros con la producción prevista para los dos próximos años (500.000 vehículos) hasta que en 2015 entre en funcionamiento el tercer carril, conforme se ha comprometido el Gobierno.
La mayoría de proveedores están a distancias situadas entre 1.600 y 3.000 kilómetros, y muchos mercados de automóviles están en el norte y centro de Europa. Por ello, uno de los condicionantes que ha puesto la compañía para mantener su apuesta por Almussafes pasa por disponer de la infraestructura. En ese sentido, Fomento licitó en julio las obras de conexión del tercer carril entre la planta y Valencia.  A. Caparrós.  Leer noticia completa en abc.es