El precio medio de la tierra en la Comunitat Valenciana vuelve a caer un 5’5% en un año

Miércoles, 29 de octubre de 2014 | e6d.es
• El precio medio de la tierra de cítricos baja casi 32.000 euros por hectárea en sólo siete años, un 42%

LA UNIÓ de Llauradors señala que el precio medio de la tierra en la Comunitat Valenciana vuelve a caer un 5,5% en el último año y ya arrastra una caída del 34% en el transcurso de los últimos siete años, según los datos del Ministerio de Agricultura.
Los datos de esta encuesta reflejan una falta de rentabilidad alarmante de nuestras explotaciones agrícolas que conduce al abandono progresivo de las mismas ante la ausencia de medidas desde las Administraciones Públicas para evitar esa sangría continua.
El precio medio de la tierra en la Comunitat Valenciana en 2013 era de 21.562 euros/hectárea mientras que en 2012 estaba en 22.825 euros/ha. Si nos retrocedemos al año 2007 era de 32.708 euros/ha.
El mayor descenso se da en las tierras de regadío pues se pasa de 44.497 euros/ha de 2012 a 40.770 euros/ha en 2013. Desde el año 2007 hasta el 2013 ha bajado un 23%, más de 12.000 euros/ha.
En las tierras de secano se ha producido un ligero aumento de 2012 a 2013 al pasar de 4.695 euros/ha a 4.700 euros/ha. De 2007 a 2013 el descenso es bastante más moderado que en el regadío y se sitúa en unos 870 euros/ha, un 16%.
El precio medio de tierra de cítricos pasa de 45.465 euros/ha de 2012 a 43.296 euros/ha en 2013. Sin embargo hay que señalar que en 2007 el precio medio era de 75.290 euros/ha. En sólo siete años ha bajado su cotización media casi 32.000 euros/ha, un 42%. 
La magnitud y gravedad de los datos indica que “hay que reaccionar pronto con actuaciones eficaces para permitir que haya relevo generacional y que los agricultores no sigan abandonando tierras, es fundamental que las explotaciones sean rentables”, señala Ramón Mampel, secretario general de LA UNIÓ.
Mampel indica que “los precios de la tierra en cítricos vivían en una burbuja durante una época determinada pero el descenso es tan alarmante que es un claro reflejo de la rentabilidad actual de las explotaciones”.
LA UNIÓ