Proyectos a punto de terminarse como el parquin de camiones, que supone una inversión de más de un millón de euros y que reportara ingresos y bienestar en la población, arrinconado a falta de un solo trámite y a día de hoy las instalaciones deteriorándose, u otros con repercusión medio ambiental como el proyecto de la mina totalmente abandonado, la ordenanza fiscal de las nuevas pistas de pádel sin realizar, el reglamento de la radio que se encontraba en emisión en pruebas, sin establecerse y ya realizando concesiones de uso.
Instancias de principios de julio y agosto, alguna de ellas con solicitud de acceso a la documentación del Ayuntamiento,  sin contestar, demostrando la transparencia y participación de la que hace gala el PSPV-PSOE.
Hasta tres visitas necesitan los vecinos para poder solventar problemas cotidianos, como el arreglo de tapas en contenedores, la falta limpieza de algunos caminos que hacen inseguro el tránsito por ellos, la vegetación del cauce del Barranc de Barxeta en plena expansión, continúan los malos olores en la población, etc. etc.
Todas estas razones evidencian una falta de gestión por parte del gobierno del PSPV-PSOE de la Pobla Llarga, que se preocupa más en difundir las noticias propias del Ayuntamiento, con un claro interés político, publicando datos parciales de una regulación de cuentas que actualmente se está realizando, y dando una imagen catastrofista de la situación en las redes sociales, medios de comunicación y en el boca a boca. Lo más importante para el actual gobierno es cambiar el nombre a la plaça de l´Ajuntament, utilizar frases de películas en las circulares de la Alcaldía, desprestigiar y deshacer lo hecho en anteriores legislaturas, además de una fijación personal con el anterior Alcalde, antes de buscar soluciones que a día de hoy existen para resolver los problemas, como por ejemplo, el cobro de las cuotas de urbanización que se le adeudan al Ayuntamiento que ascienden a más de 1.200.000 € y han dejado pasar, porque finalizaba el 31 de agosto, solicitar un crédito creado por el ministerio de hacienda para el pago de las sentencias, y que hubiera dado más margen para negociar con los deudores del consistorio. Aunque para esto, hay que tener capacidad, dotes negociadoras y ganas de trabajar. Estar en el gobierno no es solamente ir con el cirio a la procesión, a lo que estaban acostumbrados.
Desde el Partido Popular instamos al Gobierno municipal a que deje de ser oposición y se pongan a trabajar, porque de lo contrario, pasaran los cuatro años y la única que saldrá perdiendo será la Pobla Llarga.