Sollana | El futuro industrial de El Romaní podría contar con la presencia de Ford

Lunes, 8 de diciembre de 2014 | e6d.es
• Sollana ya no será "conocida en toda España por Bananas y el puticlub de El Romaní"

"Sollana era conocida en toda España por Bananas y el puticlub de El Romaní". Lo dice sin tapujos su alcalde, Vicent Codoñer, uno de los cuatro ediles del PP que gobiernan en minoría en este municipio de la Ribera Baja. Sollana tiene censados algo más de 5.000 habitantes; en la discoteca se metían entre 8.000 y 9.000 personas en la época dorada, allá por los años noventa. Hoy ya no viven en la zona de los bocados que deja la noche. Lo que da de comer a Sollana es la industria y Ford ha puesto sus ojos en el polígono del Romaní para oxigenar la saturación industrial de Almussafes. Admite Codoñer que cuando llegó a la Alcaldía en 2011 buscó el cierre de la discoteca. "Mientras estuvo en funcionamiento siempre fue un problema para El Romaní, y nos comprometimos con los vecinos a eliminarlo". Y El Romaní es Sollana. Las molestias que generaba la macrosala de baile se sumaban a "los destrozos que causaban los chavales que venían en tren, de vuelta a la estación". Si a esto sumamos que el ayuntamiento retiró la licencia de actividad a los propietarios tras un agujero de 20.000 euros por el impago del canon de aprovechamiento urbanístico, entendemos la dantesca imagen actual de Bananas, devorada por la vegetación y la podredumbre desde que cerró sus puertas a finales de 2013.
"Cuando entramos en el Ayuntamiento ya debían dinero, pero no hubo grandes conflictos porque estaban de capa caída. El problema es que organizaban fiestas puntuales donde venían 50 ó 100 personas y acababan destrozando el pueblo con actos de vandalismo", lamenta el alcalde, quien separa la trayectoria de Bananas de la del club de alterne vecino, puntos de encuentro hermanados en el ocio nocturno de Valencia durante varios lustros. Para Vicent Codoñer, "el club era otra cosa. La gente llama aún preguntando si está abierto, y muchos camioneros conocen la ruta por El Romaní", por el que "han pedido al Ayuntamiento información de edificabilidad y se les ha entregado". Este diario publicó en marzo que el club de lujo de Sollana pasaría a convertirse en un geriátrico, extremo que confirma el alcalde, aunque, de momento, "no hay actividad". "Si al final el edificio se convierte en una residencia de la tercera edad gestionada por una empresa holandesa, será bueno para el pueblo", considera el alcalde, que no da nada por hecho. Leer noticia completa en elmundo.es