El Estado invierte en la Ribera 70 euros por habitante frente a los 642 de Castilla y León

El reparto de los fondos bloquea las variantes de Cullera y Favara y eterniza actuaciones como la modernización de regadíos

Si la Comunitat Valenciana sale malparada en los presupuestos del Estado para 2013, lo que ha provocado las quejas del propio presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, la comarca de la Ribera recibe un ninguneo que puede considerarse histórico por parte del Gobierno de Mariano Rajoy.
El Estado invertirá en la comarca, que tiene un censo de 307.000 habitantes, unos 22 millones de euros, lo que arroja una inversión per cápita de 70 euros. Para empezar, la comparación con el resto de la Comunitat Valenciana ya evidencia que la Ribera queda bastante peor tratada que la media autonómica, de 130 euros per cápita.
Pero los 70 euros por habitante en la Ribera producen sonrojo al compararlos con otros territorios del Estado. Los ribereños reciben tres veces menos que la media española (230 euros), diez veces menos que comunidades como Castilla y León (642 euros por persona) y siete veces menos que Galicia (481 euros). Ambas son las que más dinero se llevan y son precisamente las comunidades de donde provienen los principales dirigentes del Gobierno, como el presidente Rajoy o la vicepresidenta Sáenz de Santamaría.
Y mientras los presupuestos del Estado están condicionados por la inversión en las líneas de alta velocidad hacia el norte y noroeste de España, en la comarca, como ya informó este diario el martes, las grandes infraestructuras de comunicación que son competencia del Estado, como las variantes de Cullera o Favara, quedan completamente bloqueadas con una pírrica asignación de 10.000 euros para actuaciones que superan los 20 millones de euros.
Sin ir más lejos esta semana el alcalde de Favara, Pedro Juan Victoria, mostraba su disgusto porque la variante ha quedado otra vez postergada de las cuentas del Estado. «Son ya demasiados años», lamentaba el alcalde.
Tampoco las grandes obras para la modernización del regadío reciben un espaldarazo decisivo porque se trata en muchos casos de inversiones que no se van ejecutar en un sólo año. También queda arrinconado en un cajón el plan global contra inundaciones del Xúquer. Además, algunas de las obras que el Gobierno tiene previsto afrontar en 2012 se abordan en auxilio a la falta de fondos de la Generalitat. Es el caso de inversiones como la de la residencia de mayores de Carlet o la de las estaciones de la Línea 1 de Metrovalencia.  Carlos Alós.  Leer noticia completa en Levante-EMV