Durante este mes se está procediendo a la articulación territorial mediante la realización de los plenos de organización municipal en todas las localidades de la Ribera Alta siguiendo  todas el mismo patrón del Consell, un organigrama elevado en costes y en personal con una estructura de 137 responsables políticos y altos cargos con 116 asesores, lo que va a representar un coste para todos los valencianos de unos 13,6 millones de euros, a pesar de que se estableciera en 2015 un límite de 74 asesores, acuerdo que han obviado para la formación del nuevo Gobierno Valenciano.
En la comarca de la Ribera Alta se está produciendo un cambio de criterio en el diseño de los organigramas municipales, que según indican Psoe y Compromis viene motivado por la experiencia adquirida en la gestión, aunque la composición de personal con dedicación exclusiva o parcial y personal de confianza este dentro de la legalidad éticamente no podemos admitir que su actuación sea peor que lo que ha sido su fuente de críticas, los sueldos, haciendo gala de la hipocresía de los gobiernos autodenominados “progresistas” y de su doble vara de medir.
En algunas de las localidades de la comarca, los sueldos de los alcaldes marcan diferencias, el alcalde de Carcaixent es el mejor pagado de la Ribera Alta con 47.075 euros/año seguido de la alcaldesa de Algemesí con 46.000 euros/año, Carlet con 43.193,02 euros/año, L’Alcudia con 43,000 euros/año, Alberic con 42.000 euros/año y Alzira con 35.143.50 euros/año, lo que representa un coste anual a la comarca de 256.411,52 euros, además de los 19 asesores con un coste de 423.606,40 euros/año, junto con los 31 Concejales en dedicación parcial o exclusiva con un coste anual de  699.424,22 euros.
El coste anual de estas localidades asciende a más de 1,3 millones de euros al año, lo que significa un coste importante para nuestra comarca y que choca con la falta de implicación en la gestión municipal ya que en la última legislatura estos gobiernos se han caracterizado por la pérdida de sustanciosas subvenciones en poblaciones como Alfarp y Algemesí. No es esta la imagen de excelencia que queremos para la Ribera Alta ya que no asegura un retorno positivo en inversiones a la comarca.
Los populares de la comarca de la Ribera Alta no criticamos la cuantía de los salarios o el número de personal de confianza ya que la ley permite esas cifras pero si la falta de coherencia y criterio por hacer aquello que han criticado duramente, recordemos la campaña realizada de “ser alcalde es un honor no un negocio” y que durante sus campañas electorales se han dedicado a esconder sus verdaderas intenciones engañando deliberadamente a los ciudadanos.

Gestora PP Ribera Alta