El secretario general de la Unió de Llauradors i Ramaders de la Ribera Alta ya ha vuelto a dormir en su casa. José Carlos Martínez, que permanecía desde el pasado 7 de julio de guardia en el campo para evitar robos de cosecha, ha abandonado tras recoger la producción de sandías, más de 50.000 kilos. "El grueso de la cosecha ya está recogido", según explica. Durante su estancia en el campo incluso ha sufrido un robo. Sucedió la semana pasada cuando le sustrajeron unos 400 kilos de melones a pleno día mientras regaba otro campo.
"Que tengas que hacer guardia durante un mes como he hecho yo y otros productores, es realmente una situación completamente anormal; ahora sé que si no hubiera estado en el campo estaríamos hablando de muchos kilos robados, eso seguro", explica Martínez.
A raíz de la publicación en este diario de que robaba en el campo, Martínez cuenta que varias patrullas de la Policía Autonómica se han dejado ver por el término de Alberic, donde acampaba, pero entiende que su capacidad de vigilancia es muy escasa. "Ahora ocurre con las sandías porque llevarse mil kilos de melones es muy fácil. Ahora está en plena cosecha, como la fruta de verano, pero cuando llega la naranja se multiplica por mil", asegura Martínez. Leer noticia completa en Levante-EMV