La semana pasada me tocaba pasar la revisión del coche y fui a la ITV de Alzira. Pagué 66’82 euros (eran las 8 de la mañana, no está mal para empezar el día, ¿eh?) y pasé por el taller para hacer la pertinente inspección. A medida que iba pasando por las inspecciones me daba la impresión que me iba dejando piezas atrás debido a los meneos que le daban a mi vehículo, un utilitario normal y corriente.
Cuando pasé al foso el mecánico bajó para ver los bajos del vehículo. Detrás había otros vehículos acelerando y desacelerando, es decir, en el taller había mucho ruido y yo no oía, a pesar de sacar la cabeza por la ventanilla, las instrucciones del operario que desde abajo me estaba indicando algo. De una forma no demasiado amable y prepotencia subió para decirme que girase el volante y que frenase.
Pero mi sorpresa fue que cuando acabé la inspección no me la dio por válida diciendo que las ruedas delanteras no eran del tamaño que exigía el fabricante. Francamente me quedé sorprendido y le dije que las cuatro ruedas las había cambiado nuevas hacía tres años, que hace dos pasé la revisión en Xàtiva y no me dijeron nada al respecto, además, actualmente siguen en perfecto estado, ya que apenas he hecho kilómetros. Él me puso por excusa que posiblemente no me las habrían mirado. ¿Qué pasa que hay lugares donde pasan por alto ciertas cosas? ¿No hay un criterio unificado de revisión de vehículos?
Ahora tengo 60 días para cambiarlas y volver para que solamente revisen si están en condiciones, previo pago (como no) de poco más 22 euros; si no lo hago así tendré que pasarla completa y volver a pagar la cantidad inicial.  Leer carta al director completa en elseisdoble.com