La gran mayoría de los ayuntamientos de la comarca aumentarán durante 2013 la presión fiscal a la que someten a sus vecinos al fallar otras vías de ingresos que tenían en años anteriores. De la veintena larga de municipios que ya han publicado sus presupuestos para el año en curso, sólo dos -Monserrat y Alginet- prevén recaudar menos en impuestos directos, los que mayor incidencia tienen entre los vecinos, respecto a los ingresos de 2012.
Las cuentas analizadas, entre ellas las de las poblaciones de mayor tamaño, excepto Carcaixent que lleva tres años con prórroga del presupuesto, y Sueca, que, de momento, no las ha aprobado, marcan una tendencia clara: más ingresos por impuestos directos, aquellos que revierten directamente en las propiedades físicas de los ciudadanos -IBI, Rústica, impuestos de vehículos, IAE o plusvalía-, que en el año anterior, al fallar otras alternativas.
La drástica reducción de los impuestos derivados de la construcción desde que se agravó la crisis o la caída en las subvenciones de la Generalitat, que arrastra importantes deudas con los municipios, han obligado a recurrir a otras vías de ingresos, que pasan mayoritariamente por el bolsillo de los vecinos.
El municipio de Cullera es el caso más llamativo. Su ayuntamiento prevé ingresar dos millones de euros más en 2013 que la última vez que aprobó un presupuesto.
Alzira ha previsto medio millón de euros más en tributos directos a los vecinos, mientras rebaja otras previsiones de ingresos. Algemesí espera ingresar este año 475.000 euros más que el año pasado, Almussafes prevé mayores ingresos por valor de 297.0000 euros, l'Alcúdia por un montante de 189.741 o Alberic de 183.000 euros. También ocurre con los municipios más pequeños. Villanueva de Castellón ha previsto 146.863 euros más en tributos directos, Turís prevé un aumento de la recaudación de 80.000 euros, Càrcer de 29.089, Alfarp de 27.915 o Albalat, que prevé ingresar 25.000 euros más.  Carlos Alós.  Leer noticia completa en Levante-EMV