Un día de infarto

Sábado, 29 de septiembre de 2018 | e6d.es
• Mari Carmen avisa al 'Servicio de Acuda' de Segurinter para que vaya al domicilio de Agustín, abrir a los servicios médicos y ayudar si hiciera falta
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Me ha gustado el jarrón que acabo de decorar para mi amiga Rosa, seguro que le gustará-, se decía Maria José, al final de la tarde preparándose la cena antes de ir a trabajar, - espero que el turno en la central receptora sea tranquilo-.
El cambio de turno,  de las operadoras es siempre agradable para Majo, que es como la llaman en Segurinter, comentan cosas cotidianas  y se ríen de  alguna anécdota graciosa.
-Hoy seguro que me llama Agustín, es el único cliente que sabe cuáles son mis turnos y me llamará para contarme algo gracioso, ¡seguro que me llama cuando esté cenando!-
Agustín es un viudo que vive solo en un chalet de la urbanización del “Torretxó”, y algunas noches, antes de dormir llama a Maria José, sus palabras y risas le evocan tiempos de juventud, lo que hace que su sueño sea plácido y agradable.
En la cena, Majo,  echa de menos a Agustín.
- ¡Qué raro no me ha llamado para contarme algún chascarrillo divertido y desearme las buenas noches!-, al terminar de cenar, toma la decisión de llamarle, busca su ficha y activa la llamada automática.
- Riiiiinnnn, riiiiiinnnn  ¡No me lo coge!-,  pero al cabo de unos instantes se oye la voz fatigada de Agustín
-Si dime…
- Hola Agustín, soy Majo, ¿qué le pasa?
-No me encuentro bien, tengo un dolor en el pecho  y se me ha extendido también  al hombro izquierdo, supongo que se me pasará.
Majo conoce esa sintomatología; en los cursos de primeros auxilios, que se dieron en Segurinter hablaron del infarto de miocardio.
–Es posible que tengas un infarto, y juntos lo vamos a resolver bien. ¿Cuánto tiempo hace que tienes ese dolor? 
–Hace cinco minutos  más o menos, antes de que me llamaras.
Majo pensó que estaba todavía en tiempo para una respuesta adecuada y le dijo a su compañera que llamara al Hospital de la Ribera explicando la situación y que mandaran una ambulancia a casa de Agustín.
-Mira Agustín, ya hemos llamado a una ambulancia,  ¿Tienes Aspirinas por casa?
- Si que tengo, pero pienso que exageras, esto se me pasa pronto-
-Hazme caso y te tomas dos pero masticándolas.
Mari Carmen avisa al servicio de Acuda para que vaya al domicilio de Agustín para abrir a los servicios médicos y ayudar si hiciera falta.
– Agustín  no cuelgues el teléfono, ¿Cómo te encuentras?
-Sigo con ese dolor que no se me va, tengo malestar y siento fatiga
-Vale, todo está bien, échate en el suelo pon los pies encima del asiento del sofá y respira lenta y profundamente:  inspiiiiraaaaaaaa, expiiiiiiraaaaaaaa, así suavemente.  Mi compañero José, de Custodia de llaves, está de camino para abrir su casa y acompañar a los médicos.
A los pocos minutos ya estaba el servicio médico atendiendo a Agustín y se lo llevaron al hospital, le diagnosticaron un infarto de miocardio y estuvo un tiempo en la UVI, realizándole una serie de pruebas y lo operaron del corazón.
Al cabo de unas semanas, llegó un gran ramo de flores a la central receptora con una nota dirigida a Maria José, que decía: ‘Eres mi Ángel de la Guarda, gracias por estar ahí’.
Maria José y sus compañeras se alegraron al leer la nota y su corazón se hizo más grande al pensar que  Agustín seguiría con sus llamadas divertidas de media noche.
Segurinter